La aparición de la Covid supuso un amenaza para la población mundial. La ciudadanía se ha adaptado poco a poco a este nuevo virus y la vacuna ha ayudado a avanzar en la lucha contra esta enfermedad. Los casos están aumentando en el hemisferio norte, pero la mortalidad se ha reducido, por lo que aunque con cautela por esta nueva ola de contagios, parecía que se veía la luz al final del túnel.

Sin embargo, una nueva variante detectada en el sur de África ha sembrado el caos a nivel internacional y ha provocado que las predicciones y planes de futuro vuelvan a verse amenazados. La preocupación se ha expandido por esta nueva variante, denominada B.1.1.529, que algunos científicos califican de "horrible" y que presenta más de 30 mutaciones. Aunque es pronto para confirmarlo, parece que la transmisibilidad es mayor y escapa a los anticuerpos neutralizantes, por lo que podría penetrar en el organismo con mayor facilidad y se está estudiando la efectividad de las actuales vacunas a esta variante. Iñaki Comas, investigador del Instituto de Biomedicina de Valencia, asegura que no hay que ser alarmistas y que el problema es lo que pueden causar esta gran variedad de mutaciones.

Pero esta no ha sido la primera mutación que trastoca las políticas epidemiológicas de todo el mundo. Igual que nuestros organismo trata de adaptarse a esta nueva enfermedad, el virus muta para contagiar más fácilmente. Desde el inicio de la pandemia se han descubierto numerosas variantes, entre las que se han destacado ocho más problemáticas a parte de esta nueva B.1.1.529.

Variante Alfa

El primer caso detectado de esta variante se encontró en Reino Unido en septiembre de 2020, seis meses después del inicio de la pandemia con la cepa "original". Fue la causante de la segunda ola el otoño pasado y mostraba casi el doble de transmisibilidad que la principal. Pese a que cuando se empezó a expandir no se había empezado con la campaña de vacunación, los estudios posteriores revelaron que Moderna tenía un 100% de efectividad, Pfizer un 93% y AstraZeneca un 74%.

Variante Beta

Al igual que la variante B.1.1.529, el primer caso detectado fue en Sudáfrica y mostró una capacidad de contagio un 50% mayor que el virus original. Los estudios sobre esta variante descubierta en mayo revelan que las vacunas más eficaces para hacerla frente son Pfizer y Moderna con un 95% mientras que AstraZeneca tiene un 82%. Además, la inmunidad con Janssen baja hasta solo el 57%.

Variante Gamma

Poco antes del inicio de la campaña de vacunación, en noviembre de 2020, se descubrió esta nueva variante en Brasil que se convirtió en la dominante en el territorio de América del Sur y aún sigue siéndolo. Los estudios muestran que su transmisibilidad es entre un 1,7 y 2,4 veces mayor que la cepa original. Una investigación a un brote reveló que tiene una gran capacidad para eludir las vacunas, al menos la de Pfizer, con la que el 60% de los vacunados se contagiaron pese a tener la pauta completa, por un 75% de la gente que no estaba vacunada.

Variante Delta

Es la principal preocupación epidemiológica actual. Esta variante detectada en octubre de 2020 en India hizo saltar todas las alarmas por su enorme capacidad de transmisión. Los estudios revelan que es un 60% mayor que la Alfa, que a su vez era aproximadamente un 40% más contagiosa que la original.

Rápidamente se convirtió en la dominante en Europa y Estados Unidos y su mayor capacidad de contagio se explica por su facilidad para entrar en el organismo y de expulsarse al exterior por la respiración del individuo contagiado.

Otras variantes calificadas como "de interés" por la OMS

La variante ETA se descubrió en diciembre de 2020 y está presente en 72 países. De momento se han realizado pocos estudios, pero las primeras investigaciones muestran que puede ser más resistente a ciertos tratamientos con anticuerpos monoclonales.

Otra variante de la que aún se conoce poco pero se sigue de cerca es la variante IOTA. Descubierta en noviembre de 2020 de Nueva York, los estudios revelan que tiene una mayor resistencia a los anticuerpos monoclonales.

La variante Kappa se originó en India y al igual que la ETA e IOTA, presenta una mayor capacidad para eludir los tratamientos contra la enfermedad.

Por último, la última variante calificada por la OMS como de interés es la Lambda. El primer caso detectado se produjo en diciembre de 2020 en Perú.