Unas 300 personas se han concentrado en Granada en una protesta convocada por el movimiento feminista para manifestar su repulsa por el caso de las niñas de Tenerife y por el ingreso este viernes en un centro de inserción social de Juana Rivas para cumplir condena por la sustracción de sus dos hijos menores.

La protesta, convocada por la plataforma 8 de noviembre y 25 de marzo contra la violencia de género y celebrada en la céntrica Plaza del Carmen, a las puertas del Ayuntamiento, ha estado presidida por una pancarta con el lema: "Contra las violencias machistas hacia mujeres y menores", y a ella se han sumado, según la Policía, unas 300 personas que han coreado consignas como "Ni una menos, vivas nos queremos" o "El sistema judicial es machista y patriarcal".

Los manifestantes, en su mayoría mujeres, han hecho extensiva la protesta a todos los casos relacionados con la violencia machista, especialmente el de las niñas de Tenerife y el de la menor de 17 años asesinada en Sevilla, que han coincidido con el ingreso hoy en un centro de inserción social de Juana Rivas para cumplir condena por la sustracción, en el verano de 2017, de sus dos hijos para no entregarlos al padre, al que había denunciado por maltrato.

Mailo Sánchez, de espacio feminismo unitario, uno de los convocantes, ha manifestado a Efe la repulsa del movimiento feminista contra la violencia vicaria y la institucional, y ha considerado "vergonzoso y paradójico" que el hallazgo del cadáver de una de las dos hermanas de Tenerife desaparecidas junto a su padre haya coincidido con el ingreso de Juana Rivas en un centro de inserción.

Ha incidido en la necesidad de que la sociedad se conciencie de que "los padres maltratadores no son buenos padres" y ha defendido una legislación al respecto, así como la inhabilitación de los jueces que emiten sentencias "medievales".

Las convocantes mantienen que 1.095 mujeres han sido asesinadas desde el 2003, 18 de ellas este año, y que han sido siete los niños en situación de orfandad y 38 los asesinados desde 2013.

Juana Rivas está condenada en firme por haber permanecido en el verano del 2017 un mes en paradero desconocido junto a sus dos hijos para no entregarlos al padre, el italiano Francesco Arcuri, quien en el 2009 fue condenado por lesionarla y al que ella volvió a denunciar por maltrato en el 2016.

La ejecución de la condena se ha materializado este viernes con su ingreso en el Centro de Inserción Social Matilde Cantos de Granada.

Su abogado, Carlos Aránguez, ha manifestado que continuarán con todas las vías legales a su alcance para hacer lo más cómodo y breve posible el tiempo en prisión de Rivas, que tiene "fundadas esperanzadas" en que el Gobierno le conceda finalmente el indulto que ha solicitado. EFE

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