Aldeas Infantiles SOS ha puesto a disposición de las Administraciones Públicas los recursos de acogimiento residencial y familiar que tiene en diez comunidades autónomas para "integrar" a los cerca de mil menores extranjeros que entraron solos a Ceuta entre el 17 y el 19 de mayo.

Lo hace con el objetivo de "aportar soluciones concretas" ante la actual emergencia humanitaria y de garantizar el bienestar de los niños no acompañados que cruzaron la frontera desde Marruecos y, además de sus programas de acogimiento, ha ofrecido sus recursos de atención socioeducativa y de inserción laboral, ha informado este jueves en un comunicado.

Consciente de que esta crisis migratoria requiere "una respuesta inmediata" y ante la vulneración de derechos que, a su juicio, se está produciendo en la frontera, Aldeas Infantiles exige el cese de las devoluciones en caliente de menores y denuncia que haya niños hacinados en centros deportivos y naves industriales, otros viviendo en la calle, familias separadas o personas no atendidas

Por ello, considera fundamental la detección inmediata de aquellos perfiles más vulnerables para que puedan recibir una atención individualizada y psicosocial adecuada y definir la mejor solución para cada caso.

La ONG recuerda también que la determinación de la edad debe hacerse con todas las garantías y respetando siempre el interés superior del niño, por lo que pide que las pruebas "se apliquen correctamente" y se realicen sólo como último recurso, cuando el niño no tenga ningún documento que acredite su minoría de edad.

Entre el 17 y el 19 de mayo Ceuta vivió una avalancha sin precedentes de más de 9.000 inmigrantes indocumentados -casi un millar de niños- que cruzaron la frontera desde Marruecos, de los que unos 8.000 han sido ya devueltos a su país

Una situación que para Aldeas Infantiles evidencia la necesidad de contar con vías migratorias seguras y con políticas de acogida y de protección para quienes cruzan la frontera.

"Los niños, las niñas y los adolescentes son las víctimas más vulnerables de esta crisis humanitaria, en especial aquellos que están solos; cada niño es único y tiene derecho a ser respetado y la etiqueta de 'migrante' o refugiado no puede ser utilizada para degradar sus derechos, independientemente de su estatus migratorio o el de sus padres", concluye. EFE