Hace justo una semana nos enterábamos del infarto que había sufrido en la madrugada del sábado el entrenador del Real Madrid de Baloncesto, Pablo Laso, a los 54 años que le llevó a permanecer ingresado en el hospital hasta el pasado martes. Este se produce cuando el corazón deja de recibir el riego sanguíneo, lo que ocurre cuando una arteria se obstruye o, por el contrario, se estrecha por la acumulación de placas de colesterol, grasas y células inflamatorias en las paredes de la misma, provocando que el corazón no reciba la sangre suficiente.

Cualquier persona puede sufrirlo, pero no todas tienen el mismo riesgo. Siempre tienen más posibilidades aquellas con problemas de corazón previos o que ya han sufrido un evento cardiovascular, así como las de edad avanzada y las que presentan mayores factores de riesgo. Otros factores que no ayudan son las enfermedades como la hipertensión y la diabetes, además de un estilo de vida sedentario o los hábitos como el consumo de tabaco.

Uno de los factores fundamentales para prevenirlo es el tiempo. Cuantos más minutos pasan desde los primeros síntomas, mayores son los problemas que puede causar. Una vez en el hospital y a la hora de diagnosticarlo hay dos pruebas clave: el electrocardiograma y la resonancia magnética. El primero es la prueba definitiva para detectarlo, no dolorosa y sencilla. Por su parte, la resonancia tan solo se realiza en los casos dudosos.

Tratamiento

Ante un evento cardiovascular de tal magnitud, existen dos tratamientos quirúrgicos a la hora de tratar al paciente. La angioplastia o el cateterismo cardiáco, que consiste en colocar un material en forma de malla, un stent, en la pared de la arteria coronaria para hacer fluir la sangre correctamente, que puede ser convencional (elaborado con metal) o farmacoactivo. También se puede optar por un bypass coronario, el implante de un "puente" para que la sangre pueda esquivar el bloqueo provocado por la obstrucción y que consiste en unir una vena de la pierna o brazo con la arteria coronaria.

Estos pueden complemetarse con los tratamientos farmacológicos que los médicos indican dependiendo del caso del paciente.

¿Cómo prevenir un nuevo ataque? La vida después de un infarto

Una de las cosas a tener en cuenta después de sufrir este tipo de ataques es el día después, el cómo debemos cuidarnos para evitar que nos vuelva a pasar. Estas son algunas de las medidas a tener en cuenta:

- Controlar la presión arterial: mantener una dieta adecuada, controlar el peso, realizar actividad física y tomar los medicamentos indicados, puede ayudar a mantenerla controlada.

- Realizar actividad física: diferente para cada paciente.

- Dejar de fumar: continuar con este hábito puede duplicar las posibilidades de sufrir otro episodio.

- Limitar el consumo de alcohol: su consumo puede provocar problemas tales como ataques cerebrales, aumento de la presión arterial e insuficiencia cardíaca.

- Controlar la dieta: la alimentación más saludable para este tipo de casos es la mediterránea. También es importante el consumo de alimentos hechos a la plancha y con poca sal.

- Rehabilitación cardíaca: se trata de programas especializados para cada paciente que ayudan a controlar los factores de riesgo para volver a llevar una vida normal.