¿Cuándo empezarás a cobrar la subida de las pensiones en 2023?

La subida de las pensiones en 2023 va a ser del 8,5 %, unos 13.700 millones de euros y se aplicará a las pensiones contributivas y a las de las clases pasivas

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 11:50

La subida de las pensiones en 2023 va a ser del 8,5 %, una vez confirmado el dato de inflación de noviembre que permitió calcular la revalorización para el año que viene y que confirma el incremento estimado por el Gobierno en los presupuestos.

La subida tendrá un coste aproximado de 13.700 millones de euros y se aplicará a las pensiones contributivas y a las de las clases pasivas, mientras que las pensiones no contributivas se incrementarán el 15 % conforme a lo acordado por el Gobierno con EH Bildu en el marco de la negociación presupuestaria en el Congreso.

De acuerdo con las últimas cifras, hay 9,9 millones de pensiones contributivas y 690.790 pensiones de las clases pasivas (personal militar y personal civil de la Administración General del Estado, Justicia, Cortes Generales y de otros órganos constitucionales o estatales).

Este es el aumento en cifras de las pensiones de cara a 2023

  • Pensión de jubilación: aumento de 110€ - Unos 1366€ al mes
  • Pensión de viudedad: aumento hasta los 848€ al mes
  • Pensión media: 1187€ al mes
  • Pensión para los recién jubilados por el Régimen General: 1609€ al mes

¿Cuándo se empezará a repartir?

En la primera nómina del mes de enero se empezará a percibir este aumentro. Aunque en función del banco, podrá llegar desde el 23 o 24 de enero hasta el 30 o 31. A 1 de febrero lo normal es que todos los pensionistas hayan recibido su cuantía.

Pensiones a más de 3.000 euros y más pensionistas que trabajadores: ¿es sostenible el sistema?

La recta final del año viene marcada por las prisas del Gobierno para sacar adelante las leyes más polémicas, bien fruto de sus cesiones a los separatistas, bien aquellas impulsadas desde Podemos. Ahí están la Ley Trans, la del aborto o la del maltrato y el bienestar animal.

Es una especie de sprint final con el que confían en que, ya en 2023 el personal le de al reset, reinicie su disco duro y olvide, por ejemplo, que ha sido derogado el delito de sedición para que los independentistas lo tengan más fácil cuando quieran reeditar el 1 de octubre de 2017, o que olviden que decenas de delincuentes sexuales han visto reducida su condena gracias a la ley del solo sí es sí.

La recta final del año viene marcada por las prisas del Gobierno para sacar adelante las leyes más polémicas, bien fruto de sus cesiones a los separatistas, bien aquellas impulsadas desde Podemos. Ahí están la Ley Trans, la del aborto o la del maltrato y el bienestar animaEs una especie de sprint final con el que confían en que, ya en 2023 el personal le de al reset, reinicie su disco duro y olvide, por ejemplo, que ha sido derogado el delito de sedición para que los independentistas lo tengan más fácil cuando quieran reeditar el 1 de octubre de 2017, o que olviden que decenas de delincuentes sexuales han visto reducida su condena gracias a la ley del solo sí es sí.

¿Por qué tantas prisas? A nadie se le escapa que en cinco meses hay elecciones autonómicas y municipales y que en menos de un año se celebran las generales. De ahí la carrera contrarreloj para tramitar antes de fin de año esas leyes con mayor coste electoral. El objetivo es empezar el año vendiendo solo aquellas medidas con las que pretenden remontar en las encuestas. Y uno de los salvavidas al que se agarra el Gobierno es la subida de las pensiones.