Los corruptos en Política, no es nada nuevo. Ya el Duque de Lerma consiguió que la capital se trasladase a Valladolid por la influencia que ejercía sobre Felipe III como explica el historiador Emilio Sáenz-Francés.Cuando se descubrió que se lo había llevado todo, el Duque de Lerma consiguió salir airoso pidiendo a Roma que le nombrara cardenal para brindarse, sin embargo a su segundo le ejecutaron en Madrid.Francisco Gómez de Sandoval-Rojas y Borja, que también fue V marqués de Denia, I marqués de Cea, efectuó una magistral operación inmobiliaria seis meses antes del traslado, comprando propiedades e invirtiendo en su propio beneficio. Es lo que modernamente se conoce como especulación. Algunas de estas propiedades, como la llamada Huerta de la Ribera, se las vendió años después al Rey, pocos meses antes del regreso de la corte a Madrid. Compró también un palacio a don Francisco de los Cobos, edificio que vendió al año siguiente también al Rey y que fue convertido en palacio real.Otro caso: al Marqués de la Ensenada le cesaron por un caso de corrupción en el siglo XVIII, parece que su cese fue injusto. A sus 44 años, el marqués alcanzó la cima de su carrera. Había logrado que la monarquía española fuera recuperando un esplendor que tantos años de guerras inacabables habían ensombrecido. El 20 de julio de 1754, el marqués de la Ensenada fue arrestado en su casa de Madrid por orden del rey, acusado de alta traición a la Corona por ocultamiento de órdenes de guerra. Si bien no se le condenó al exilio, sí que fue desterrado a provincias.Ya en el siglo XIX, Fernando VII, en 1816, tras terminar la Guerra de la Independencia y ya sin Armada, compró a Rusia una Armada y comisiones recibió todo el mundo, incluída una amante del monarca y cuando llegaron los barcos se comprobó que no llegaban ni a cáscaras de nuez y se hundían con simplemente mirarlos. Por este hecho y muchos más, Fernando de Borbón, noveno hijo de los 14 que tuvieron Carlos III y María Luisa de Parma, ha merecido por parte de los historiadores un unánime juicio negativo, pasando a los anales de la historia de España como el Rey Felón. ¿Había mecanismos para evitar la corrupción? "Por ejemplo en América, lo que se hacía a los altos funcionarios se les sometía al 'juicio de residencia', una especie de auditoria a su vuelta a España para ver si lo que tenían se correspondía a lo que era esperable después de haber ocupado el cargo de birrey. Además la Corona enviaba a América visitadores, que de manera imprevista, supervisaban como se estaban haciendo allí las cosas" relata el historiador de La Mañana, Sáenz Francés.¿Se conocían los casos a nivel de calle? ¿cómo reaccionaba la gente? "En Madrid la población, muchas veces manipulada, hacía coplillas de los personajes públicos y protestaban con sentido del humor".