La participación a las 17.00 hora local (16.00 GMT) en la primera vuelta de las elecciones regionales francesas alcanza el 43.01 %, un sensible aumento respecto al 39,29 % que había votado a esa hora en los comicios hace cinco años. Las horas centrales del día han animado a más franceses a acercarse a los colegios electorales, después de que al mediodía la participación (16,27 %) fuese prácticamente la misma que la registrada en 2010 a esa hora (16,07 %). Estos comicios, celebrados con el estado de emergencia todavía en vigor, están marcados por los recientes atentados del 13 de noviembre en París y Saint-Denis, que han hecho que la campaña electoral pasase prácticamente desapercibida. El aumento provisional de la participación hace atisbar una mayor movilización ciudadana en las urnas, que cerrarán en la mayoría del país a las 18.00 hora local (17.00 GMT) aunque permanecerán abiertas una o dos horas más en los principales núcleos urbanos. Sin embargo, los analistas recuerdan que se parte de un umbral de participación muy bajo, con una abstención récord del 53,6 % en la primera ronda de las regionales celebradas en marzo de 2010. Se trata de la primera vez que Francia celebra unos comicios a nivel nacional en el mes de diciembre desde hace medio siglo. La gran novedad de estos comicios será que el país se divide en solo 13 regiones, en lugar de en 22 como hasta ahora, debido a la simplificación administrativa lanzada por el presidente francés, François Hollande. La gran mayoría de líderes políticos han votado ya en sus feudos electorales, como hizo un madrugador Hollande en la localidad de Tulle, en el centro del país. A diferencia de anteriores citas electorales y debido a las medidas de seguridad, el presidente no aprovechó el día para pasear por las calles y saludar a viejos conocidos de la ciudad de la que fue alcalde durante siete años (2001-2008). Por su lado, el primer ministro, Manuel Valls, depositó su voto en la ciudad de Évry, en las afueras de París, donde también fue regidor. Tras sufragar poco después de las 11.00 (10.00 GMT), Valls hizo un llamamiento a todos los franceses a acudir a las urnas después de los atentados, y comparó las papeletas con "un arma" contra el terrorismo. Los consejos regionales han visto reforzadas sus competencias, que afectan fundamentalmente al desarrollo económico de los territorios, a la planificación y financiación de los transportes públicos y a la organización educativa. Unos 44,6 millones de franceses están llamados a elegir a 1.757 consejeros regionales entre 21.456 candidatos, repartidos en 171 listas. Este último test político antes de las presidenciales de 2017 podría hacer del partido ultranacionalista Frente Nacional (FN), liderado por Marine Le Pen, la formación más votada, algo que se disputará con el partido Los Republicanos, de Nicolas Sarkozy. Todos los sondeos apuntan a un desplome histórico de los socialistas, que en la actualidad controlan todas las regiones salvo Alsacia, en manos de los conservadores.