A las puertas del Hospital General Universitario Gregorio Marañón en la calle Ibiza se ha formado hoy durante todo el día una larga cola de personas de entre 70 y 74 años para recibir la vacuna de Pfizer. Para ello se ha habilitado el Aula Magna de este centro, un espacio grande y bien ventilado.

La vacunación es rápida, la gente entra por la puerta de la derecha, una enfermera les recibe, les sienta en uno de los 4 puntos de vacunación que hay, se remangan, les pinchan y se retiran 15 minutos para comprobar que no hay ningún tipo de reacción.

En uno de esos asientos, esperando antes de irse nos hemos encontrado a Susana, que estaba con su marido Marcos. Estaban tranquilos, contentos. Hoy era el turno de Susana porque a Marcos le vacunaron el sábado. “A mi me vacunaron hace dos días. Estaba todo mucho más tranquilo que ahora”, nos relata Marcos.

Los dos son conscientes de que esta es la mejor forma de vencer al virus, de recuperar esa normalidad y, con ese ánimo, han venido a vacunarse. “A mi no me hace mucha gracia el pinchazo pero si es lo que hay que hacer, se hace”, asegura Susana

Es importante recordar que la gente venga a la hora a la que tiene prevista su vacunación para no hacer colas innecesarias y que, a partir de esta semana estos hospitales de Madrid van a empezar a vacunar a pacientes de alto riesgo como enfermos de cáncer, personas Síndrome de Down, VIH o trasplantados.