Los comerciantes temen que pueda provocar el cierre de locales si estas obras en el Metro de Gran Vía se alargan en el tiempo. Han calculado que afectará a unos 100 empresarios y podrían perderse varios puestos de trabajo. Para el director general del COCEM, Jose Antonio Asesnio el impacto podría ser brutal, por eso dice es importante que en la medida en que sea técnicamente posible el grueso de la obra se realice bajo superficie. Ha pedido además que las obras puedan terminarse antes de un año y que lo más grueso de la obra se realice entre verano y finales de noviembre.

Estas obras en el Metro de Gran Vía coincidirán en el tiempo con las obras de la calle Gran Vía, que avanzan a buen ritmo desde hace casi dos semanas. Los trabajos en el metro permitirán la ampliación de la estación, que cuenta con 908 metros cuadrados de superficie y pasillos de reducidas dimensiones para dar servicio a los 44.000 viajeros que la utilizan a diario. La solución propuesta pasa por crear una estructura subterránea que duplicará el espacio disponible hasta los 2.000 metros cuadrados, reubicando los tornos y otros elementos para mejorar la distribución de los usuarios.

Se instalarán además seis ascensores y cuatros escaleras que aumentarán la accesibilidad de esta estación, que además quedará conectada a la red de Cercanías a través de un pasillo directo a la estación de Sol.