Sensaciones positivas y negativas en la Comunidad de Madrid tras la reuniónn con Pedro Sánchez. Las positivas es haberse podido reunir tras un año de peticiones y que se cree esa mesa de trabajo para intentar sacar a Madrid de la segunda ola. Positivo también el compromiso del presidente en ayudar a la región con más sanitarios, rastreadores, la ayuda de Policía y Guardia Civil para controlar las zonas restringidas.

Y cuentan a COPE también fuentes del ejecutivo madrileño, se le ha sacado el compromiso a Pedro Sánchez de revisar los controles en Barajas para reducir la entrada de casos importados.

La parte negativa, que ahora toca cumplir. Ver que esa mesa da sus frutos y que las medidas y las ayudas llegan. Y por supuesto el ver cómo a la vez que Sánchez dejaba buenas palabras en la Puerta del Sol, a la vez que su partido en Madrid convocaba una concentración este domingo contra las medidas del gobierno regional que él mismo estaba calificando de necesarias.

Además, ante la situación de la pandemia en Madrid, ya está sobre la mesa restringir más zonas. Según el estudio epidemiológico de cada martes, hay otras 16 áreas no restringidas que, a día de hoy, superan la tasa de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes.

Son 9 zonas de Madrid capital: Lavapiés, Canillejas, García Noblejas, San Isidro, Rafael Alberti, Orcasitas, Vicálvaro-Artilleros, Campo de la Paloma, Villaamil. En Alcorcón, las zonas de Doctor Trueta y Miguel Servet. El barrio de Las Fronteras en Torrejón de Ardoz; la zona de Panaderas en Fuenlabrada. El área de Alcalde Bartolomé González de Móstoles, la de Sierra de Guadarrama en Collado Villalba y todo el municipio de Villa del Prado.

Esto de los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes es un valor clave, pero no el único, para decretar esas restricciones. La decisión no va a ser inmediata. Salvo subida preocupante, cualquier cambio se hará la semana que viene.

Y un asunto que ha generado muchos comentarios. Las 24 banderas de España y de la Comunidad tras Ayuso y Sánchez en su comparecencia. La idea, nos dicen, fue de Moncloa. Ellos trajeron además las banderas para colocarlas en el escenario.