Un año más, Nochevieja en la Puerta del Sol pero con una plaza sin gente
Jesús López Terradas, el relojero de la Puerta del Sol desde hace 25 años, vuelve a dar las campanadas ante la Puerta del Sol vacía

Madrid - Publicado el - Actualizado
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Una vez más, las campanadas del reloj de la Puerta del Sol vuelven a dar la bienvenida al nuevo año que está a punto de comenzar. El relojero, Jesús López Terradas no va a faltar a la cita que tiene cada año, pero esta vez se va a encontrar con un escenario muy diferente. Cuando suene la última campanada, al otro lado no sonará ni el ruido ni los gritos de alegría de la gente. Y es que el coronavirus, entre otros eventos navideños, ha obligado también al Ayuntamiento de Madrid a cancelar la celebración multitudinaria que tiene lugar cada Nochevieja en la mítica plaza.
Pero aunque Jesús López Terradas va a enfrentarse a una Puerta del Sol vacía, tiene claro que esta situación no le va a quitar el entusiasmo de siempre. Su deber es que el reloj funcione y dar las campanadas a millones de españoles, pase lo que pase. “Vamos a hacer exactamente igual que todos los años, aunque la plaza no va a estar llena, hay 47 millones de personas en sus casas con la televisión encendida viendo las campanadas. Tenemos que hacer exactamente lo mismo. Nos va a faltar el sonido de la plaza, la alegría de la última campanada, que es espectacular. Pero nadie tiene la culpa de lo que nos ha caído encima”.

Es el relojero de la Puerta del Sol desde el año 1996 y ni siquiera una pandemia le va a impedir preparar la noche más especial del año. Suelen ser cuatro personas las encargadas de que este gran reloj no falle. Jesús cuenta que en cuanto a preparación, la Nochevieja no exige demasiado. En ese sentido, para ellos es casi como cualquier otro día. Al estar trabajando para que el reloj no deje de sonar ningún día, los preparativos de esa noche no resultan muy diferentes. Lo único que cambia, es que deben limpiar y desengrasar el mecanismo de la bola. Y por supuesto, comprobar que funcione todo correctamente para esa noche. El día anterior, se suelen hacer pruebas en la calle Alcalá y en la calle Arenal para comprobar que llegue bien el sonido. Pero este año, con la plaza sin gente no va a hacer falta.

Mientras millones de personas se toman las uvas para entrar con buen pie en el nuevo año, ellos no lo hacen para que sea una noche perfecta. Llevan 25 años sin hacer la tradición y entre risas, Jesús López Terradas, asegura que no les ha pasado nada. No tienen tiempo porque deben estar muy atentos de la bajada de la bola. “Hay que estar pendiente de los segundos, no de los minutos. Hay que estar pendiente de todo, para que no se mezclen unos sonidos y otros. Cuando das la última campanada, ya no tiene sentido.” Aunque ese día trabaje, la noche es muy larga y tiene tiempo suficiente para poder celebrarlo después con su familia.

Este año va a resultar extraño no ver la plaza de la Puerta del Sol abarrotada de gente, pero aun podremos escuchar el sonido de las campanadas que anunciarán el esperado 2021.



