El consejo de gobierno del 10 de Marzo de 2021 en la Puerta del Sol no fue uno de tantos. Fue el consejo donde Isabel Díaz Ayuso oficializó su ruptura con VOX, y convocó elecciones para el 4 de Mayo. La situación con su socio de gobierno, con Ciudadanos, era ya insostenible y el anuncio ese día, a las 9 de la mañana, de una moción de censura en Murcia (que luego resultó fallida) puso en alerta a la parte del PP del ejecutivo madrileño.

A pesar de que el vicepresidente Ignacio Aguado, había reiterado en numerosas ocasiones que no iba a presentar nunca una moción de censura, el fantasma no se terminaba de ir y, una vez conseguido el beneplácito de Génova, Ayuso pulsó el botón rojo. Primero lo expuso dentro de la reunión del consejo de gobierno, para hacerlo legal y oficial, y luego lo anunció ante la prensa: disolución de la Asamblea de Madrid y convocatoria de elecciones.

El paso pilló con el paso cambiado a la otra parte de gobierno, a Ciudadanos. También a los otros grupos de la cámara. PSOE y Más Madrid se apresuraron a presentar sendas mociones de censura para intentar frenar todo. Pero llegaron tarde. Pocos días después, la Justicia dio la razón a Ayuso y determinó que el acuerdo de consejo de gobierno, aunque aún no se había publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, era válido para disolver la cámara regional.

Desde Ciuudadanos, Aguado habló de "irresponsabilidad" por convocar unos comicios en medio de una pandemia, y de "decisión caprichosa" que Ayuso había tomado influenciada por su entorno. Pero el paso ya estaba dado.

Aguado y otros 30 cargos de Ciudadanos fueron cesados esa misma noche. De hecho ni les dejaron ir al homenaje del 11M del día siguiente. Lo que pasó después, ya lo sabes, elecciones el 4 de Mayo y el PP arrasó, pasando de tener 30 diputados a 65, dejando al PSOE como tercera fuerza y "obligando" a Pablo Iglesias a dejar la política.

Ciudadanos pasó al olvido. No obtuvo representación parlamentaria. Ignacio Aguado dejó la política, se reincorporó a Naturgy, pero poco después pactó su salida. Sigue en la empresa privada y se deja caer en alguna que otra tertulia de vez en cuando.

Un año después, Ayuso gobierna en solitario porque VOX sólo apoyó la investidura. Una tranquilidad sólo sacudida por la crisis dentro del PP y una tranquilidad que va a durar poco. Dentro de poco más de un año, toca votar otra vez en Madrid.