La mujer que se sometió al trasplante sufría fibrosis quística. Meses después de someterse a la operación, fue diagnosticada con cáncer. Ha ocurrido en Francia, y la revista Lung Cancer alerta con este caso del riesgo que existe con los trasplantes de órganos.

El trasplante de pulmones se produjo en 2015, cuando la paciente tenía un deterioro de sus funciones respiratorias debido a la fibrosis quística que sufría desde niña.

Como informa la agencia AFP, “según la base de datos de donantes, los pulmones trasplantados pertenecían a una mujer de 57 años que había fumado un paquete de cigarrillos diario durante 30 años”. El estudio del hospital universitario de Montpellier (sur) señala que las pruebas que se realizaron en el momento de la muerte cerebral de la donante, no demostraban anomalías.

“El breve plazo entre el trasplante de pulmones y la aparición de la primera anomalía radiológica sugiere que la carcinogénesis comenzó en vida de la donante”, añaden los autores del trabajo. Un cáncer cuyo crecimiento se habría acelerado enormemente por los tratamientos inmunosupresores que la paciente recibió para evitar el rechazo a sus nuevos pulmones.