Todo se remonta al año 2011 cuando Bankia salió a bolsa. Entonces grandes y pequeños inversores decidieron comprar acciones de la entidad. El problema se generó porque estos inversores no eran conscientes de la situación real de la entidad, algo que posteriormente les generó pérdidas impotantes.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha emitido una sentencia en la que asegura que los grandes inversores y no solo los pequeños también tienen la posibilidad de reclamar por la salida a Bolsa de Bankia en 2011.

La justicia europea recuerda que “en el caso de una oferta pública de acciones dirigida tanto a inversores minoristas como a inversores cualificados, las posibles reclamaciones no amparan solamente a los inversores minoristas, sino también a los inversores cualificados”. En definitiva, lo que viene a aclarar el Tribunal de Justicia de la Unión Europea es que la ley comunitaria ampara a todo tipo de afectados por las inexactitudes en el folleto de la salida a Bolsa.

Esta sentencia es fruto de una disputa que tuvo lugar entre Bankia y la Unión Mutua Asistencial de Seguros, un inversor cualificado que compró de compra de 160.000 acciones a un precio de 3,75 euros por título. Después de que el banco reformulara sus cuentas, las acciones que compró esta aseguradora perdieron casi todo su valor en el mercado.

De esta manera la Justicia Europea permite a los grandes inversores reclamar por la salida a Bolsa de Bankia.