La ciudad de Bruselas obligará a partir de este miércoles a sus ciudadanos a llevar una mascarilla en todo momento mientras se encuentren en lugares públicos o en recintos privados accesibles al público, con excepciones para deportistas o trabajadores que estén realizando un esfuerzo físico en el exterior.

La oficina del ministro presidente de la capital belga, Rudi Vervoort, justifica esta medida, que se aplicará a todas las personas mayores de 12 años, por haberse superado la media semanal de 50 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes.

En el conjunto del país, en torno a unas 600 personas se han contagiado cada día en la semana del 2 al 8 de agosto, lo que supone un aumento del 12 % frente a los siete días precedentes.

Hasta ahora, el uso obligatorio de mascarilla en la capital se aplicaba únicamente en el casco histórico de la ciudad y en determinadas calles concurridas o zonas comerciales.

Quedan exentas de esta norma las personas que estén practicando deporte, realizando un trabajo físico intenso en la vía pública o que no puedan llevar la mascarilla por una discapacidad. En este último caso, la mascarilla puede ser sustituida por una pantalla facial.

La policía incrementará sus controles callejeros para vigilar el cumplimiento de esta nueva normativa.