Sumar pone a prueba la salud del Gobierno de Pedro Sánchez: el intento de llegar a 2027 continúa
La salud de la coalición puede resentirse con la imagen demoledora de Santos Cerdán en la cárcel, pero nunca hasta el punto de una ruptura

El jefe de política de COPE, Ricardo Rodríguez, desvela las claves de la reunión entre el PSOE y Sumar para la viabilidad de la coalición de Gobierno
Madrid - Publicado el
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La coalición de Gobierno entre el PSOE y Sumar afronta una semana clave en la que se pone a prueba su cohesión y capacidad de resistencia. La imagen de Santos Cerdán, número tres del PSOE, entrando en prisión ha sacudido los cimientos del Ejecutivo, aunque desde Moncloa insisten en que no hay peligro real de ruptura. Muy al contrario, el episodio ha reactivado los mecanismos internos del pacto progresista, con una estrategia doble: blindar la alianza y lanzar un nuevo impulso de izquierdas que refuerce el compromiso común hasta 2027.
Este martes, PSOE y Sumar se han citado en el Congreso de los Diputados a las 10:00 horas con la vista puesta en el presente, pero sobre todo en el futuro inmediato. La reunión, convocada por iniciativa del socio minoritario, servirá para abordar medidas que refuercen la Legislatura y contrarresten el desgaste político que genera el caso Cerdán. Una reunión que no se produce en un vacío: Sumar, encabezado por Ernest Urtasun, busca marcar perfil ideológico y exigir una respuesta firme a la corrupción. En el lado socialista, acudirán María Jesús Montero y Félix Bolaños, dos pesos pesados del núcleo de confianza del presidente.
Una imagen demoledora, pero no letal
Desde el entorno presidencial se admite que el momento es complejo. “Más difícil que hace unos meses”, reconocen fuentes de Moncloa, aunque con la seguridad de que el bloque de la investidura sigue alineado con el objetivo de agotar la legislatura. La detención y encarcelamiento de Santos Cerdán es una imagen demoledora, pero que no altera el fondo de la ecuación política: no hay alternativa viable para ninguno de los socios que no sea mantener el Ejecutivo progresista.
En lugar de debilitarlo, la sacudida ha acelerado la convocatoria de la Comisión de Seguimiento del Pacto de Gobierno, donde PSOE y Sumar esperan redefinir una hoja de ruta conjunta contra la corrupción y para un nuevo giro social del mandato. En La Moncloa, aseguran compartir la “indignación escenificada” por Yolanda Díaz, y destacan que esta coordinación es prueba de sintonía estratégica, no de fractura. El intento de reforzar el discurso ético es también una respuesta política al Partido Popular, a quien desde el Gobierno acusan de “proteger la corrupción” mientras exigen dimisiones ajenas.
En este contexto, el Ejecutivo lanza un mensaje claro: no va a pagar el precio de entregar el poder al PP por un caso que, aunque grave, no afecta a la estructura del pacto. La prioridad, insisten, es llegar a 2027 con el respaldo de los socios que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez, y entre los que —según fuentes gubernamentales— “no hay dudas”.
Reforzar la coalición ante el desgaste
Más que una crisis, el Gobierno interpreta el momento como una oportunidad para reforzar la coalición con un enfoque más social, más ético y más alineado con las prioridades de Sumar. La respuesta de Moncloa al golpe de imagen no ha sido el distanciamiento, sino la coordinación: llamada a consultas, visibilización del desacuerdo compartido y búsqueda de nuevos compromisos políticos.
Con este movimiento, el PSOE no solo intenta calmar a su socio de Gobierno, sino también enviar una señal a su electorado: hay margen para hacer política progresista incluso en momentos de dificultad. Para Sumar, el objetivo también es evidente: condicionar al máximo la agenda legislativa y evitar que episodios como el de Cerdán contaminen todo el mandato.