El exsecretario general de Interior Cèsar Puig, segundo del exconseller Joaquim Forn, ha aclarado hoy que carecía de competencias operativas y estratégicas sobre los Mossos d'Esquadra y que su único cometido con respecto de la policía era obtener presupuesto para equipamiento y personal.

Así lo ha sostenido Puig en su declaración en el juicio por rebelión en la Audiencia Nacional, en el que afronta una petición de 11 años de cárcel, al igual que el mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluis Trapero, y el exdirector de la policía catalana Pere Soler.

Al igual que observó Trapero en su declaración, Puig también ha apuntado a la "confusión" que hay en la causa sobre el organigrama del departamento de Interior catalán por compararlo la Guardia Civil con la que está vigente en el Ministerio de Interior.

Ha explicado que se trata de una estructura "muy distinta" en la que, bajo la dirección del conseller de Interior, el departamento se estructura en paralelo en la secretaria general, la dirección policial, la de bomberos y la de administración de seguridad, por lo que la jerarquía de Mossos es la siguiente: conseller, director de policía y prefectura.

Por tanto, de él dependía la dirección de servicios, personal, y toda la inversión que requieran los Mossos en equipamiento, pero en ningún caso la dirección operativa, ha aclarado.

Durante el interrogatorio ha precisado también que entre sus competencias tampoco tenía ninguna relativa a la celebración del referéndum, sobre el que, al igual que otros acusados, ha asegurado que la opción del Govern era que fuera acordado con el Estado.

A preguntas del fiscal Pedro Rubira, Puig ha relatado también que cuando Jordi Jané abandonó como conseller de Interior, a poco más de dos meses del 1-O, su intención fue también dejar el cargo, pero Forn le pidió que continuara porque se trata de un departamento de una "grandísima complejidad".

Además, ha revelado que el entonces secretario de Estado de Seguridad, refiriéndose a José Antonio Nieto, y con quien había trabajado codo con codo para desbloquear la Junta de Seguridad de Cataluña, le mandó un whatsapp diciéndole que en el ministerio de Interior les interesaba que siguiera en la Consellería.

También el mayor Trapero le pidió que siguiera en el cargo, ya que tenía una fama de "persona moderada", ha destacado, para explicar los motivos que le llevaron a no renunciar.

"Yo entendía que era mejor continuar y no la posición más cómoda que era dejarlo", ha explicado.

Ya a preguntas de su defensa, el abogado Fermín Morales, ha negado también que su designación fuese por militancia política. "A mi no me propone el partido para ese cargo ni cualquier otro cargo que haya tenido", ha asegurado tras indicar que lleva en la administración de la Generalitat desde 1982.

Con Puig, el cuarto y último acusado que ha prestado declaración en el juicio iniciado el pasado lunes, se ha dado por terminada la fase de interrogatorio a los acusados y el juicio se retomará el próximo lunes con la fase testifical que inauguraran el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, coordinador del dispositivo para evitar el 1-O, y el comisario Ferran López, que fue segundo de Trapero y le sustitución en la etapa del 155.