La Policía Nacional ha desarticulado en Granada un grupo criminal dedicado al tráfico de cocaína, a través de su ocultación en motos y bicicletas y en zonas de ocio nocturno, con la detención de cinco jóvenes de entre 19 y 34 años, contra quienes la autoridad judicial ya ha ordenado su ingreso en prisión.

En la denominada Operación Pantera se ha procedido además al registro de tres domicilios y se han decomisado 55 dosis de cocaína dispuestas para su venta en envoltorios de diferente color para distinguir la cantidad y pureza que contenían, dos bicicletas, diez teléfonos móviles, casi 1.800 euros en efectivo, un vehículo y diversa documentación relacionada con la actividad.

La investigación se inició en el mes de noviembre de 2018 cuando la Policía recibió diversas informaciones relacionadas con la venta de drogas en la zona centro de Granada, ha informado este miércoles el Cuerpo Nacional de Policía en un comunicado.

La vigilancia y gestiones determinaron la existencia de un grupo criminal perfectamente estructurado con roles diferenciados, compuesto mayoritariamente por personas de origen magrebí, dedicados a la distribución de droga en lugares de ocio nocturno de la zona centro de Granada.

Los policías obtuvieron evidencias sobre la presunta participación de un hombre de origen marroquí dedicado a gestionar el traslado de cocaína desde el domicilio donde esta se encontraría almacenada hasta el lugar o persona encargada directamente de su venta en la zona centro de la ciudad a través de repartidores.

Los agentes calculan que, una vez analizados los datos obtenidos de la investigación, los integrantes de la organización habrían llegado a distribuir distintas dosis de cocaína al por menor de diversos tamaños y calidades.

Los compradores de este tipo de sustancias contactarían con el cabecilla de la organización quien, a través de varias personas encargadas del traslado de la droga denominadas "mulas" harían la entrega a los primeros en diversos puntos previamente establecidos de la zona centro.

Al parecer, estos traslados se realizaban en vehículo, motocicletas y bicicletas y, en el caso de estas últimas, los transportistas ocultaban las dosis en el interior de los sillines para dificultar su hallazgo en caso de controles policiales.

El responsable recibiría además los encargos mediante llamadas y mensajes de teléfono a través de una aplicación de mensajería instantánea.

La venta de la droga se distribuía en dosis de diferentes tamaños, calidades y precios en función del color del envoltorio plástico donde se alojaba.

Finalmente, los investigadores han llevado a cabo tres registros domiciliarios en otros tantos domicilios de Granada y han detenido a cinco de los integrantes de este grupo organizado, tres de ellos de origen marroquí y dos españoles.

La investigación continúa abierta por lo que no se descartan nuevas detenciones, mientras que los cinco detenidos ya han pasado a disposición de la autoridad judicial que ha ordenado su ingreso en prisión.