Los cuatro jóvenes acusados de propinarle una brutal paliza en Gijón a un joven de 24 años, al que le causaron graves lesiones y secuelas que le han dejado impedido para vivir de manera independiente, han asumido este miércoles su culpabilidad y han aceptado penas individuales de entre cuatro y cinco años de prisión.

Los cuatro acusados, que se autodenominaban "La Manada" y algunos de los cuales tenían conocimientos de artes marciales que emplearon para ejecutar la agresión, también deberán pagar a la víctima, a la que se le ha reconocido una gran invalidez por las secuelas, una indemnización de 300.000 euros.

La Fiscalía, que ha apreciado la atenuante de reparación del daño tras el abono de casi 160.000 euros, solicitaba inicialmente una pena de 14 años y medio de cárcel para el principal acusado, autor de un golpe fatal en la cabeza que sufrió el joven, y 12 años para los otros tres.

El acuerdo entre el Ministerio Público y la defensa de los procesados ha evitado el desarrollo de la vista oral que estaba señalada este miércoles en la Audiencia Provincial de Asturias.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 14 de julio de 2017 en un pub de la calle Marqués de San Esteban de Gijón, donde los cuatro acusados, que entonces tenían entre 19 y 21 años, coincidieron con la víctima, Germán, y dos compañeros de la sidrería en la que trabajaba.

Según relataba la Fiscalía en su escrito, los cuatro procesados, "llevados por un ánimo común de mera diversión", comenzaron a provocar a los jóvenes impidiéndole el paso a uno de ellos, por lo que éste empujó a uno de los acusados.

Con esta excusa, este acusado comenzó a incitar al amigo de Germán para que se pelearan, invitándole a "liarla fuera".

Los acusados continuaron hostigando a los jóvenes y al llegar a la calle Marqués de San Esteban les agredieron de forma grupal, limitando su capacidad de reacción e incluso de huida y, según la versión fiscal, lo hicieron prevaliéndose de su número y sus capacidades físicas por practicar varios de ellos artes marciales de forma habitual.

Germán, que estaba separado de sus amigos, fue agarrado por las piernas y arrojado al suelo, momento en que fue rodeado también por todos los acusados, y mientras él intentaba cubrirse le golpearon de forma reiterada "con un manifiesto desprecio hacia su integridad física".

La víctima, que tenía 24 años en el momento de los hechos, sufrió graves lesiones por las que permaneció ingresado en el hospital 524 días, y desde entonces sufre importantes secuelas por las que se le ha reconocido una gran invalidez.