El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha defendido que habrá que abordar la nueva financiación autonómica "más temprano que tarde" y cree que la Generalitat de Cataluña no está dispuesta a sentarse con el resto de comunidades autónomas "a las que nos considera de segunda" y pactar el mismo modelo de financiación.

"El forcejeo independentista catalán esta obturando la negociación de la financiación", ha incidido García-Page en rueda de prensa tras su reunión con el secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca.

El presidente regional no ve conveniente que el resto de las autonomías se sienten con el presidente del Gobierno a negociar un nuevo modelo y que ese modelo se le aplique a Cataluña aunque no participe en la reunión porque, a su juicio, hay que evitar que "algunos" encuentren un pretexto para, si se negocia sin ellos, pedir un cupo catalán, al que García-Page se opone "por completo".

Asimismo, ha asegurado que el Gobierno de Pedro Sánchez mantiene "la seriedad y la franqueza" de que llegar a un acuerdo es "complejo" pero al mismo tiempo "no va a dejar de intentarlo". García-Page es consciente de que "lo que se cruza hoy es el problema de Cataluña".

También ha señalado que si la financiación autonómica "se aparta del modelo equilibrado" en el que se tiene en cuenta, no solo la gente sino donde vive la gente, "no habrá acuerdo posible"

De su lado, el secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, ha apostado por que el nuevo sistema de financiación atienda a los criterios de solidaridad territorial, coste efectivo de los servicios, criterios de ruralidad, dispersión territorial, envejecimiento, entre otros.

Ha recordado que el sistema de financiación autonómica lleva caducado y con obligación de reformarse "unos cuantos años" y el Gobierno de Sánchez "lleva cuatro meses". "Vamos a mantener el mismo nivel de exigencia", ha dicho, confiando en que la negociación llegue "lo antes posible".