Al menos cinco miembros de las fuerzas de seguridad de Afganistán han muerto en ataques ejecutados las provincias de Uruzgán y Kandahar, situadas en el centro y el sur del país, respectivamente, según han confirmado este martes las autoridades.

En un primer ataque, al menos tres agentes han muerto y otro ha resultado herido en un ataque achacado a los talibán en el distrito de Deh Raud, tal y como ha detallado el gobernador provincial, Mohamad Omar Sherzad, quien ha agregado que "un soldado está desaparecido".

Asimismo, dos soldados han muerto tras ser tiroteados en la ciudad de Kandahar, capital de la provincia homónima, según fuentes de seguridad citadas por la cadena de televisión afgana Tolo TV, sin que las autoridades se hayan pronunciado al respecto por el momento.

Por otra parte, al menos cinco personas, incluido un antiguo miembro de los talibán, murieron a última hora del lunes en un ataque perpetrado por personas armadas no identificadas en la provincia de Nangarhar, situada en el este del país centroasiático, según el gobernador provincial, Zia-ul-Haq Amarjil.

Amarjil ha resaltado que el ataque fue ejecutado contra una pensión propiedad de Tafsir, un antiguo miembro del grupo insurgente, sin dar más detalles al respecto. Por el momento ningún grupo ha reclamado la autoría del incidente.

El país centroasiático se ha visto sumido en un repunte de la violencia en los últimos meses pese al inicio de conversaciones de paz en septiembre entre el Gobierno afgano y los talibán en la capital de Qatar, Doha, que hasta ahora han logrado pocos avances.

En este contexto, el Gobierno de Turquía anunció la semana pasada un nuevo aplazamiento de la conferencia de paz sobre Afganistán en la ciudad de Estambul, en esta ocasión hasta después del mes de Ramadán, que concluye el 12 de mayo, debido a la negativa de los talibán a participar en la misma.