El Gobierno de Irán ha desvelado este jueves dos nuevos misiles, uno balístico y otro de crucero, en un nuevo paso de una carrera armamentística que durante estos últimos años ha recibido las críticas de países como Estados Unidos, temerosos también de que la República Islámica pueda disponer de material nuclear.

Con motivo del Día de la Industria de Defensa, se ha celebrado una simbólica ceremonia para anunciar estos avances. El presidente, Hasán Rohani, ha participado de forma telemática, mientras que el ministro de Defensa, Amir Hatami, ha sido el encargado de hacer el anuncio.

Uno de los misiles, de tipo balístico y tierra-tierra, tiene capacidad para alcanzar objetivos a 1.400 kilómetros de distancia. Ha sido bautizado con el nombre de Qassem Soleimani, el oficial de la Guardia Revolucionaria que murió en un bombardeo de Estados Unidos en enero.

El segundo proyectil, de nombre 'Mártir Abu Mahdi' --también muerto junto a Soleimani y en el mismo ataque--, es un misil de crucero que podría llegar a mil kilómetros de distancia, ha explicado el ministro de Defensa en un discurso recogido por la cadena Press TV.

Hatami ha presumido de los logros de Irán en materia de industria militar, un pilar que considera clave para mantener la "independencia". El Gobierno ha asegurado que estos dos nuevos misiles serán capaces de burlar los sistemas enemigos y, en el caso del 'Qassem Soleimani', cree que su interceptación es imposible.

El anuncio llega en plena escalada de tensiones con Estados Unidos, que fracasó la semana pasada en la ONU en su intento de prorrogar el embargo de armas a Irán, en vigor hasta octubre. Está en el aire también la validez del acuerdo nuclear suscrito en 2015 por Teherán, del que Washington se desmarcó en 2018.