El Gobierno ha condenado "en los términos más enérgicos" el atentado con coche bomba que ayer costó a la vida de 24 personas e hirió a otras 110, entre ellos 16 niños, que se habían reunido para romper el ayuno en el Ramadán en la provincia de Logar, Afganistán, pueblo al que ha trasladado toda su solidaridad.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores hace un llamamiento para un cese inmediato de la violencia y, "en estos momentos de duelo, reafirma su solidaridad con el gobierno y el pueblo afgano", en especial con los familiares y los amigos de las víctimas.
La mayoría de los muertos por la fuerte explosión, que además destruyó varios edificios y dañó un hospital, son estudiantes del distrito de Azra que habían acudido a la capital para atender un examen de acceso a la universidad.
El atentado se produjo por la tarde en la capital de Logar, Pul-e-Alam, poco antes de que los fieles rompieran el ayuno con la caída del sol con motivo de la festividad musulmana de Ramadán.
"Los ataques contra menores, mujeres y otros colectivos vulnerables son especialmente reprobables, amenazan el proceso de paz y alejan la perspectiva de reconciliación", censura Ejecutivo español, que condena en "los términos más enérgicos" este brutal atentado.