Pedro Sánchez da por atada la entente con Carles Puigdemont tras abrir una nueva fase de negociación con el reconocimiento nacional de Cataluña y la mejora de la financiación. La foto de Sánchez con Puigdemont llegará una vez aprobada de forma definitiva la amnistía.

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PSOE y Junts dan por abierta una nueva etapa en su relación. Es la última cita en Suiza, la cuarta ya, ha permitido al Gobierno lanzar el mensaje de que la negociación sigue adelante y eso es fundamental para Pedro Sánchez, que necesita trasladar de entrada a las propias filas que su mandato tiene futuro.

A pesar del adelanto electoral en Cataluña y el fracaso en disponer de nuevas cuentas este año, el tablero ha de configurarse, Puigdemont busca arrancar a Sánchez el referéndum y un cupo fiscal catalán. Queda pendiente también la entrevista entre el presidente y el prófugo que la Moncloa aplaza hasta la entrada en vigor de la amnistía.

Nunca antes, por tanto, de finales de mayo o más bien de principios de junio antes de las europeas. Será crucial el 12-M. Si Salvador Illa llegase a la Generalitat, Sánchez tendría hilo para tirar. Y si los separatistas sumaran, "deberán aguantar", eso sostienen los socialistas.