La patronal catalana del ocio nocturno, Fecasarm, ha asegurado que la discoteca Waka, a las puertas de la cual la pasada madrugada hubo una batalla campal tras ser acusada de racismo, ha relevado a dos controladores de acceso y ha tomado medidas para mejorar su seguridad.

Una pelea multitudinaria finalizó la pasada madrugada con tres heridos leves, un empleado de la discoteca y dos mossos, y fue necesaria la intervención de los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra y de numerosos policías locales.

Un millar de jóvenes, según la policía catalana, participaron en los altercados ocurridos ante la discoteca Waka, ubicada en el límite de los municipios barceloneses de Sant Quirze del Vallès y Sabadell (Barcelona).

Los jóvenes habían sido convocados en las redes sociales contra esta discoteca, a la que acusan de "racista y machista" a la hora de hacer uso del derecho de admisión en el local.

En este sentido, la patronal del ocio nocturno ha asegurado que la empresa responsable del control de acceso a la discoteca, Blacks, abrió una investigación interna y "relevó de sus funciones a dos controladores de acceso implicados en el incidente del pasado sábado".

Fecasarm explica que, además, la empresa de seguridad, Bull Seguridad, que también tiene subcontratada la citada discoteca, ha nombrado a un director de seguridad con experiencia en la gestión de la seguridad en espacios de ocio nocturno y "ha modificado su protocolo de seguridad, reforzando el mensaje de tolerancia cero hacia la violencia y reforzando la comunicación con el cliente".

El plan de seguridad, según estas fuentes, detalla con claridad los pasos a seguir en cada zona y momento y de qué manera se actuará cuando haya un incidente, todo ello supervisado por el director de seguridad, que estará en contacto con los cuerpos de seguridad.

Por todo ello, desde Fecasarm piden que "se deje de criminalizar a la discoteca, ya que ha hecho lo que le tocaba hacer y es obligar a la empresa de control de acceso y a la empresa de seguridad privada que tiene subcontratadas a adoptar medidas y realizar los cambios oportunos en los protocolos de seguridad" para que no tengan lugar nuevos episodios como los ocurridos hasta ahora.

Fecasarm ha expresado su preocupación por "los recientes problemas de orden público en entornos de ocio, condena cualquier episodio de violencia" y ha pedido una reunión "urgente" con el Departamento de Interior para evitar que se repitan estos incidentes.

A su juicio, se ha producido un incremento de episodios violentos vinculados con el ocio nocturno "que constituyen un grave problema social y de orden público", por lo que piden una mayor implicación de las administraciones.

El secretario general de Fecasarm, Joaquim Boadas, explica que estos episodios comenzaron en marzo "a raíz de los botellones celebrados cuando los locales de ocio nocturno estaban cerrados a causa de las restricciones impuestas por la pandemia".

Considera que es urgente una reunión del sector con el Departamento de Interior para abordar este asunto y buscar medidas para frenarlo "como que haya más presencia policial en las inmediaciones de los locales o campañas de concienciación para promover conductas responsables y contra la violencia en espacios de ocio nocturno". EFE

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