(Actualiza la NA2034 con la ratificación del nombramiento de Héctor Gómez como presidente de la Comisión Constitucional)

El exportavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Héctor Gómez, ha sido elegido este martes presidente de la Comisión Constitucional en la Cámara Baja en sustitución de Patxi López, su sucesor en la portavocía del grupo parlamentario.

Gómez ha sido elegido presidente de la Comisión Constitucional al inicio de la sesión celebrada este martes con 19 votos a favor frente a los 5 obtenidos por el otro aspirante, el diputado de Vox José María Sánchez. Además, ha habido 8 votos en blanco.

"Vamos a entregarnos y dar todo lo mejor de nosotros para cumplir con los objetivos y el desarrollo de esta comisión. Sin más, a trabajar", ha dicho Gómez tras ser elegido.

Previamente, el vicepresidente primero de la Comisión Constitucional, Iñaki Ruiz de Pinedo, de EH Bildu, ha expresado en nombre de todos los integrantes del órgano su agradecimiento al anterior presidente, Patxi López, por "la magnífica labor realizada" y ha deseado a su sucesor "los mismos éxitos"

Con la elección de Gómez como presidente de una comisión, el PSOE ha buscado un acomodo para el hasta hace poco portavoz socialista en el Congreso, dándole un cargo de relevancia y con mayor remuneración que la de diputado raso.

Héctor Gómez fue relevado oficialmente por Patxi López como portavoz socialista en el Congreso el pasado 23 de julio durante la reunión extraordinaria del Comité Federal del PSOE, máximo órgano del partido entre congresos, cuando llevaba en ese puesto menos de un año.

En esta reunión el PSOE aprobó otros cambios, entre ellos el nombramiento de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, como número dos del partido en lugar de Adriana Lastra y de la ministra de Educación, Pilar Alegría, como portavoz de la Ejecutiva Federal del partido en sustitución de Felipe Sicilia.

Todos estos nombramientos llegaron en una situación difícil para el partido, tras los malos resultados obtenidos en las elecciones de Andalucía y algunas peticiones de cambio por parte de socialistas, y se precipitaron tras la dimisión de Lastra, que alegó motivos personales por un embarazo de riesgo.