El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, ha anunciado que se unirá al Ejército para liderarlo a partir de este martes con el objetivo de defender al país "de los enemigos internos y externos", mientras que ha hecho un llamamiento a los etíopes para que se unan a las Fuerzas Armadas.

A través de un mensaje en su cuenta de Facebook, el primer ministro etíope ha indicado que "es hora de liderar el país a través del sacrificio", por lo que aquellos que "aspiren a ser recordados en la historia", deben "levantarse por su país".

"El plan de Etiopía es avanzar juntos sin abandonar a nadie, es por eso que enfocamos nuestra política exterior en nuestros vecinos", ha indicado, para agregar que "esta lucha es la lucha de todos los negros". "La campaña contra Etiopía es una conspiración para socavar la historia, la cultura, la identidad y la dignidad de los negros y humillarlos sometiendo su símbolo de libertad, Etiopía", ha considerado.

"No queda tiempo para criticar desde lejos", ha aseverado Abiy, para finalizar su mensaje reiterando su compromiso de que "el nombre Etiopía es el nombre de los ganadores, es un símbolo de libertad". "No tengo ninguna duda de que mi generación pagará el precio en su nombre y escribirá su victoria en oro", recoge 'Addis Standard'.

Según el primer ministro, sus funciones serán asumidas por funcionarios federales y regionales, que lo darán todo "en el trabajo de desarrollo y administración".

El conflicto en Etiopía comenzó el 4 de noviembre de 2020 cuando Abiy ordenó una ofensiva militar en represalia por el ataque a la base del Ejército en Mekelle tras meses de tensiones entre el TPLF y el Gobierno central en torno al aplazamiento de las parlamentarias, finalmente celebradas en junio y en las que Abiy logró una victoria aplastante ante los llamamientos al boicot y la falta de votación en varias zonas --entre ellas Tigray-- por la inseguridad.

Sin embargo, el TPLF logró importantes avances en junio que le permitieron recuperar Mekelle, tras lo que Abiy anunció un alto el fuego unilateral citando motivos humanitarios, rechazado por el grupo, que expandió su ofensiva a las adyacentes regiones de Amhara y Afar, haciendo temer una propagación de la guerra al resto del país.