Lavarse las manos, cubrirse al toser con el antebrazo y evitar el temor y la ansiedad ante los falsos rumores son recomendaciones para nuestra salud que, dirigidas a los policías, se convierten en una medida de seguridad para todos. La Dirección General de la Policía acaba de enviar un Plan de Actuación frente al COVID-19 en el que se detalla cómo ha de comportarse un agente en el día a día para garantizar su salud y la da aquellos a los que se acerque.

Que una cepa del virus puede sobrevivir más de una semana en un objeto inanimado o que el periodo de incubación de la enfermedad puede de ir de los 2 a los 14 días son datos a tener en cuenta a la hora de practicar una detención o tomar la huella a un ciudadano. El manual policial ordena que a un detenido se le introduzca siempre “en un calabozo individual”, comunicando su situación al 112 o al teléfono habilitado en cada comunidad autónoma.

El funcionario mantendrá durante la intervención, en la medida de lo posible, una distancia de entre 1,5 y 2 metros, “salvo en las fases en las que resulte imposible”. Posteriormente, “introducirá el material textil de calabozo en una doble bolsa cerrada”  y se depositará, sin manipular, en un espacio cerrado. Se mantendrá cerrado el calabozo hasta su limpieza y desinfección.

Además, el scanner de toma de huellas dactilares se limpiará con toallitas impregnadas en solución alcohólica después de cada uso, aconseja el manual en otro de sus pasajes.

En las dependencias policiales se debe de trabajar estos días, para protegerse mejor contra la difusión del virus, con una temperatura no inferior a los 20 grados centígrados, “evitar las corrientes de aire frío” o mantener la humedad adecuada. Son algunas de las recomendaciones para la prevención ambiental a las que se añade minimizar la ocupación de los espacios en comisarías y oficinas.

Ante la posibilidad de que el virus se cebe con los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía, el manual, con fecha de este lunes 16 de marzo, establece una serie de servicios esenciales o prioritarios. El primero de ellos es la atención al ciudadano o servicio 24 horas. Hablamos de seguridad ciudadana, oficinas de denuncias, 091. “Deberán prestarse en cualquier caso”, advierte el Plan de Actuación. Y añade: “Deberá contarse con el personal mínimo que permita dar una respuesta a las demandas que puedan producirse”.

Otros servicios también son esenciales como “protección y custodia de detenidos”, “puestos fronterizos”, “GEO” o “TEDAX”. Sin embargo áreas como policía científica o investigación deberán de adaptarse a la nueva situación o mantener un planteamiento más flexible. “Se atenderá aquellos servicios que no permitan una demora en el tiempo como reseñas o inspecciones oculares”, dice referido a los agentes de la científica.

En el ámbito de la logística, la Direccion General dispone que ocupen un lugar preeminente, durante la crisis del coronavirus, los departamentos de Informática y Telecomunicaciones. En este último caso han de mantenerse a pleno rendimiento servicios como el SIRDEE o el SITE, es decir, capacidades para poder seguir practicando las intervenciones de las telecomunicaciones cuando lo ordene un juez.

Este manual recuerda insistentemente recomendaciones básicas como la utilización de guantes y mascarillas, cuando se realicen actividades de riesgo, material que siguen echando en falta varios agentes en el desempeño habitual de sus tareas. El manual es un conjunto de “indicaciones de carácter preventivo y organizativo” y anuncia la creación de un “equipo de coordinación y seguimiento”.

La Policía pide ser considerada grupo de riesgo

Desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP)  se ha puesto en marcha una petición en la que pretenden instar a la Delegación del Gobierno a que se incluya a "los policías nacionales en la atención sanitaria que ofrecen las Comunidades Autónomas a los colectivos de riesgo frente al contagio del COVID-19".

Desde el sindicato policial consideran que los agentes deben ser considerados como grupo de riesgo y reclaman que "los agentes tengan acceso a las pruebas diagnósticas para determinar ante cualquier sospecha si han sido contagiados o si, por el contrario, pueden seguir prestando su servicio con normalidad y sin necesidad de someterse a una cuarentena", afirma el SUP en un comunicado emitido el pasado martes.