Diez días después del asesinato de Javier Ardines, único concejal de IU en el Ayuntamiento de Llanes, la Guardia Civil continúa recabando pruebas y testimonios para tratar de encontrar al autor o autores de un crimen cuyos motivos aún se desconocen.

Ardines, de 52 años y padre de dos hijos, fue asesinado de varios golpes en la cabeza la madrugada del jueves, 16 de agosto, cuando acababa de salir de su casa, en la parroquia de Pría, para ir a faenar con el barco con el que se ganaba la vida, ya que había renunciado a su sueldo como concejal.

Su cuerpo fue encontrado por un vecino a poco más de dos centenares de metros de su vivienda y muy cerca de su furgoneta, que aún continuaba en marcha, y de tres vallas de obra que la Guardia Civil cree que fueron colocadas en mitad del camino vecinal para tenderle una emboscada y obligarle a bajar del vehículo.

El objeto contundente con el que recibió, al menos, tres fuertes golpes en la cabeza, no ha sido encontrado por los investigadores, que desde las horas posteriores al crimen no han dejado de recabar pruebas y testimonios entre familiares, vecinos, amigos y conocidos del concejal asesinado, según han señalado fuentes de la investigación.

En los últimos días, agentes de la Guardia Civil han recogido muestras de ADN entre vecinos y allegados, que lo han hecho de forma voluntaria, han vuelto a rastrear las zonas cercanas al domicilio e inspeccionado su pesquero y su furgoneta.

También han recogido decenas de declaraciones de su entorno más cercano y de personas con las el concejal de Playas, Medio Rural y Personal de Llanes tuvo contacto en los últimos días.

A la investigación se sumaron también esta semana varios agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) para tratar de avanzar en el esclarecimiento de este crimen.

Tras su asesinato, han sido varios los actos y concentraciones en apoyo a la familia y repulsa por un crimen sobre el que la Guardia Civil mantiene abiertas varias líneas de investigación.

Desde IU, formación en la que Ardines militaba desde 1999 y con la que había accedido al equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Llanes hace tres años, ha pedido en reiteradas ocasiones que se deje trabajar a los investigadores y que se eviten las especulaciones sobre el origen de la agresión.

Tras su muerte, vecinos de este municipio del oriente de Asturias han protagonizado varias manifestaciones de protesta, mientras que ayuntamientos de todo el Principado han guardado minutos de silencio en señal de duelo y repulsa por este crimen.