La ciudad turística de Benidorm (Alicante) aplicará "en pruebas la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) desde el próximo 1 de enero, aunque, en la práctica, no supondrá un cambio traumático en la forma de circular por el centro de la urbe.
Así lo ha señalado este martes el alcalde de Benidorm, Toni Pérez, quien ha ofrecido una rueda de prensa para informar del despliegue tecnológico que implicará la puesta en marcha de esta medida.
La aplicación de la ZBE, de obligado cumplimiento para municipios de más de 50.000 habitantes como es el caso de Benidorm, entrará en funcionamiento en periodo de pruebas, al menos hasta después del próximo verano. Además, la normativa será flexible para adaptarse a las necesidades y propuestas de residentes, turistas y sector del transporte, ha asegurado el alcalde.
De hecho, según Pérez, la nueva ZBE no prevé nuevas restricciones a la circulación, al margen de las que ya están en vigor.
Podrán circular por ella residentes, transporte urbano y vehículos con autorización puntual, la cual se podrá conseguir a través de una aplicación móvil del ayuntamiento.
Los residentes cuyos vehículos no tengan etiqueta ECO podrán pedir moratorias anuales para seguir circulando. Mientras, la ordenanza que regula las sanciones aún no está lista, por lo que estos conductores no tienen que preocuparse, por el momento, por posibles multas.
La ZBE de Benidorm abarca en total 74 hectáreas en la ciudad: 31 hectáreas en Levante, desde la Avenida Europa hasta el centro; 35 hectáreas en el centro, desde lAigüera hasta Poniente, y ocho hectáreas en el Paseo Marítimo de Poniente.
Todo ello salvo que se termine aprobando la moratoria que retrase su entrada en vigor, tal y como han solicitado muchas ciudades, entre ellas, Benidorm. Independientemente de si se concede o no, Benidorm ha hecho los deberes e iniciará a partir de enero las pruebas de la Zona de Bajas Emisiones, ha manifestado Pérez.