Ana Julia Quezada, la autora confesa de la muerte del niño Gabriel Cruz, ha afirmado hoy que vio al menor dirigirse a ella con un hacha en la mano y que le dijo que era "fea", que no quería que estuviera con su padre y que se fuese a su país.
"Le dije, te vas a hacer daño, deja el hacha. Me dijo: Tú a mí no me mandas, que no eres mi madre, que tienes la nariz fea, que no quiero que estés con mi padre, que quiero que te vayas a tu país", ha manifestado Quezada en su declaración.
"Simplemente le tapé la boca, no quería hacerle daño al niño, quería que se callara", le puso la "mano derecha en la boca y en la nariz, no recuerdo en la nuca o dónde", afirmando que estaba "muy nerviosa".
En otro momento de la declaración, en respuesta a la fiscal Elena Fernández, Quezada ha explicado que se había encontrado al niño entre unos matorrales, "a la derecha" de la salida de la vivienda de su abuela en Las Hortichuelas Bajas, en Níjar (Almería) y que le había dicho que lo llevaría con sus amigos en "10 o 20 minutos".
"Le dije, qué haces ahí. Me dijo que estaba haciendo tiempo para que comiesen los primos. Le pregunté si quería venirse conmigo a Rodalquilar aunque no pintemos, ventilamos la casa y te traigo en 10 o 20 minutos con tus amigos y se vino conmigo", ha afirmado. EFE
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