Los grupos parlamentarios han llegado a un acuerdo para reformar el funcionamiento del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cuyos vocales tendrán dedicación exclusiva, y garantizar que los nombramientos de altos cargos judiciales se basen en el mérito y la capacidad, respetando la paridad.

La reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial llegará la próxima semana a la Comisión de Justicia tras el acuerdo alcanzado en la ponencia para cerrar más de cincuenta enmiendas, en buena medida gracias a la negociación llevada a cabo entre el PP y Unidos Podemos.

El objetivo de la proposición que en un primer momento presentó el PP era que los jueces recuperaran con celeridad los permisos y licencias que se recortaron con la crisis, pero las enmiendas presentadas al texto, primero por el propio grupo popular, modifican de forma importante el funcionamiento del CGPJ, según coinciden fuentes parlamentarias consultadas por Efe.

La acuerdo revierte buena parte de la reforma que impulsó en 2013 el ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón: será un Consejo menos "presidencialista", en el que el pleno recuperará competencias y en el que todos los vocales volverán a tener dedicación exclusiva y rotarán en la comisión permanente.

Habrá además vocales con dedicación especial a los distintos territorios.

Los nombramientos de los presidentes de las Audiencias, Tribunales Superiores de Justicia y Audiencia Nacional y de los miembros del Supremo se basarán en convocatorias públicas con baremos para ponderar los méritos de los candidatos, respetando criterios de paridad.

El acuerdo regula también las denominadas "puertas giratorias", precisando las causas de abstención y recusación de un juez cuando regresa a la carrera tras pasar por el ejecutivo o el legislativo.

En declaraciones a Efe, la portavoz de Justicia del grupo popular, María Jesús Moro, muñidora de gran parte del acuerdo, ha mostrado su satisfacción por el consenso alcanzado y ha elogiado en concreto la negociación con Unidos Podemos.

A su juicio, su firmeza ha permitido salvar los "obstáculos" que quiso imponer el Ministerio de Justicia rechazando a última hora la mayoría de las enmiendas ya cerradas

Finalmente el PSOE también se sumó al consenso, que incluye además propuestas acordadas con el PNV y otras formaciones.

También están satisfechos en Unidos Podemos, que destacan que el acuerdo recoge reivindicaciones claves del grupo, como impulsar los nombramientos de altos cargos judiciales por mérito, capacidad y paridad y democratizar el CGPJ, dotándolo de mayor transparencia.

El PP no ha conseguido que se acepte su enmienda para suprimir la designación de magistrados por las asambleas autonómicas en los tribunales superiores de justicia de las comunidades, pero seguirá defendiendo esa propuesta en la Comisión de Justicia.

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La reforma no toca el sistema de elección de los vocales del CGPJ, en manos del Parlamento, y Ciudadanos, que reclamaba que la mayoría de los vocales fueran elegidos por jueces y magistrados, no ha participado de forma activa en las negociaciones.

El objetivo es que la ley se tramite con rapidez y esté aprobada antes de que acabe el año, en paralelo a la renovación de los vocales del Consejo, que concluyen su mandato el 4 de diciembre.