El pais que estaría cerca de eliminar el dinero en efectivo: pronto le puede pasar a España
Vivimos en un mundo cada vez más digitalizado. ¿Hasta qué punto llega? ¿Podríamos desprendernos del dinero en efectivo definitivamente?

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En un mundo cada vez más conectado, China se ha convertido en el epicentro de una transformación económica: la desaparición del dinero en efectivo
PAGAR CON EL MÓVIL, OBLIGATORIO
En China, pagar con el móvil es más que una tendencia: es la norma. Aplicaciones como Alipay, gestionada por Ant Group, y WeChat Pay, de Tencent, han transformado la manera en que los ciudadanos realizan transacciones. En los comercios, los códigos QR han reemplazado las cajas registradoras tradicionales, permitiendo pagos rápidos y eficientes.
Incluso los vendedores ambulantes y los mercados al aire libre han adoptado estas plataformas, que no solo facilitan pagos, sino que también integran servicios como préstamos, inversiones y seguros. Este ecosistema digital ha reducido drásticamente la dependencia del efectivo, que hoy representa menos del 10% de las transacciones en áreas urbanas.

la posibilidad de utilizar los cajeros de forma autónoma y segura representa un paso crucial hacia la inclusión financiera
LOS BANCOS, EN SEGUNDO PLANO
El dominio de las aplicaciones móviles ha transformado el papel de los bancos en China. Las instituciones financieras tradicionales han perdido terreno frente a estas plataformas digitales, que manejan la mayoría de las transacciones cotidianas.
Los ciudadanos ya no necesitan acudir a un banco para pagar facturas, transferir dinero o realizar compras. Sin embargo, esta transición no está exenta de control estatal. En 2020, el gobierno chino intervino en Ant Group, mostrando su capacidad para regular estas plataformas y garantizar que operen bajo las directrices del Partido Comunista.

Mujer sacando dinero de un cajero
LOS RETOS DE LA DIGITALIZACIÓN
A pesar de sus ventajas, la digitalización plantea desafíos significativos. Uno de los principales es la exclusión de ciertos grupos, especialmente las personas mayores. En China, los mayores de 80 años enfrentan dificultades para adaptarse a los pagos digitales, lo que los margina en una economía que depende casi exclusivamente de la tecnología.
Además, la falta de anonimato es una preocupación creciente. Cada transacción digital queda registrada, lo que reduce la privacidad y permite un mayor control por parte de las autoridades. Este aspecto ha generado debates sobre la vigilancia estatal y el uso de datos personales.

Billetes de euro
La experiencia china ofrece lecciones para otros países que consideran reducir el uso del efectivo. La comodidad y eficiencia de los pagos digitales son innegables, pero también plantean preguntas sobre inclusión, privacidad y regulación. Mientras el mundo observa, China demuestra que el fin del dinero en efectivo no es una utopía, sino una realidad palpable