Las marcas blancas reinan en la cesta de la compra: equivalen ya a más del 50% del ticket de compra
La marca blanca representa más de la mitad del gasto de los consumidores, y os expertos prevén un mayor aumento
Cesta de la compra de un supermercado
Madrid - Publicado el
3 min lectura
Los productos de marca blanca se han consolidado como los grandes protagonistas de la cesta de la compra de muchos españoles. Lo que hace apenas unos años era una opción secundaria o percibida como de menor calidad, hoy se ha convertido en una elección principal para millones de hogares.
Así lo refleja el Estudio de la Marca Propia en España, elaborado por la cadena de supermercados Aldi, que revela que este tipo de artículos ya suponen el 53% del gasto total de los consumidores.
Este fenómeno, que afecta tanto a productos básicos como a categorías de mayor valor añadido, se ha afianzado en prácticamente todas las cadenas de distribución. Desde los grandes supermercados hasta los formatos de descuento, la oferta de marca blanca ha evolucionado no solo en variedad, sino también en calidad y percepción.
Compra en un supermercado
Las marcas del distribuidor ya no se asocian únicamente con ahorro, sino también con confianza, transparencia e innovación.
La marca blnca cada vez está más presente
Según el informe, más de la mitad del presupuesto en alimentación se destina actualmente a productos de marca propia, con un gasto medio semanal de 24 euros por hogar. Esta cifra, lejos de ser irrelevante, refleja una tendencia estructural en la forma en que los consumidores españoles organizan su economía doméstica.
En términos globales, este gasto representa ya el 44% de los recursos que los hogares destinan a la compra de alimentos y bebidas, consolidando así a las marcas blancas como un pilar fundamental de la cesta de la compra.
Este patrón no ha surgido de manera asilada
Este cambio en el patrón de consumo en los consumidores españoles, no ha surgido de manera repentina ni aislada. Es el resultado de una evolución constante en la percepción del consumidor, que ha dejado atrás antiguos prejuicios sobre la calidad de estos productos.
Foto de archivo de un cajero en un supermercado
Las marcas propias han sabido posicionarse como una alternativa fiable, competitiva y adaptada a las necesidades reales de las familias, especialmente en un contexto marcado por la inflación, la pérdida de poder adquisitivo y la búsqueda de un mayor control sobre el gasto diario.
Muchas de ellas han apostado de forma decidida por el desarrollo de sus marcas propias
La consolidación de esta tendencia también pone de relieve el papel cada vez más estratégico que desempeñan las cadenas de distribución. Muchas de ellas han apostado de forma decidida por el desarrollo de sus marcas propias, invirtiendo en innovación, mejora de calidad y diversificación del catálogo.
En los últimos tres años, la compañía ha liderado el aumento de compradores de marca blanca, con un crecimiento de 28 puntos porcentuales, lo que confirma la fuerte implantación de este modelo. Un modelo que no solo se basa en precios bajos, sino también en la confianza en la seguridad alimentaria, variedad en la oferta y adaptación a nuevas demandas como lo ecológico, lo saludable o lo sostenible.
Más allá del ahorro, el estudio destaca que el 38% de los españoles tiene previsto aumentar aún más su consumo de marca blanca en los próximos meses, convencidos por su calidad y su fiabilidad. La percepción de que estos productos son equivalentes a las marcas tradicionales ha contribuido a derribar prejuicios que durante años acompañaron a la marca propia.