Un equipo de COPE.es se ha trasladado a varias peluquerías para recoger sus impresiones sobre la negativa del Gobierno de Pedro Sánchez de bajar el IVA que se aplica a los servicios prestados por este sector del 21% actual al 10%.

Se reivindican asegurando que fueron de los pocos que abrieron como servicio esencial el 14 de marzo del año pasado en el estallido de la pandemia. Cuenta que, como muchos negocios de este país, han sobrevivido como han podido. Con las esperanzas puestas en la bajada del IVA, la presidenta del Senado, Pilar Llop, anunciaba la anulación del 10%, que incluía la ley antifraude, pactada por todos los grupos salvo el PSOE, y que, por ende, contó con el único voto negativo de los socialistas. Pero... ¿cómo han reaccionado a las peluquerías?

José Luis Azañón, portavoz del grupo ANEPE (Asociación Nacional de Empresas del Sector Profesional de Peluquería y Estética), asegura que “esto es realmente un atropello a la democracia, es una violación de la separación de poderes”. “Es el Ejecutivo intentando y bloquear cuestiones que han sido legalmente votadas y aprobadas por el poder legislativo y es una situación que nos coloca a la situación de cualquier República bananera”, lamenta el portavoz.

El Gobierno, semanas atrás, bajaba temporalmente los impuestos a la luz y espera abaratar la factura un 10%, una rebaja que el dueño de la peluquería Rizos considera insuficiente: “La rebaja a la luz a las empresas PYMES no nos va a afectar, ya que han puesto una limitación de kilovatios que cualquier empresa de peluquería la va a superar. En cuanto se enciendan dos secadores, el aire acondicionado y la iluminación del local ya son más de esos 10 kilovatios que ha fijado como límite el Gobierno”.

“La situación es insostenible y, si no acometemos un plan de rescate urgente para el sector, nos vamos a ver abocados a una situación como tenía el sector de peluquería en los años setenta, cuando casi no existían salones y solo había peluqueros que ejercían a domicilio, fuera de cualquier control sanitario y fuera del control fiscal”, predice el portavoz de ANEPE.

No es la única empresa con esa misma situación, Blow Dry Bar, de Daniele Sigigliano, abre sus puertas para contarnos su situación de la mano de su trabajadora y estilista Rosa. “Seguimos con el IVA del 21%, que es un IVA de lujo. El Gobierno en su día dijo que no éramos de lujo, que éramos servicio básico”.

“Ahora a partir de septiembre vamos a subir los precios del servicio, es de alguna manera cómo podemos seguir adelante. ¿Quién lo va a pagar? El cliente, pero nosotros no podemos hacer otra cosa”, explica la trabajadora. “Nosotros vamos a defender nuestro sector, el de peluquería”.