El índice Ibex 35 ha llegado a tocar los 7.900 puntos en los mejores momentos del día, aunque ha cerrado algo más abajo, en 7.872 con alza de un 4,04 por ciento. Recupera los niveles que tenía a comienzos de marzo, antes de que cundiera el pánico sanitario, económico y bursátil por la pandemia de coronavirus. En el conjunto de esta espectacular semana la Bolsa se ha revalorizado un 10,9 por ciento. Es su mejor semana desde hace más de diez años. La pérdida acumulada en lo que va de año se reduce a un 17,5 por ciento. Más de un 10 por ciento han subido hoy IAG, Sabadell y Santander. La aerolínea ha doblado su precio en tres semanas. Más de un 8 han ganado BBVA, Bankinter, Amadeus y Bankia. Ha sido un día de mucha celebración en los patios de operaciones.

Y es que hoy los mercados han recibido una sorpresa muy agradable. La tasa de paro de Estados Unidos ha experimentado una inesperada mejoría, lo que aumenta la impresión de que la recuperación de la economía será rápida e intensa. La tasa de paro ha bajado desde el 14,7 por ciento de abril hasta el 13,3 por ciento de mayo, cuando se esperaba que se disparase hasta el 20 por ciento. La economía estadounidense creó el mes pasado 2,5 millones de empleos, cuando se temía la pérdida de hasta 8 millones. La progresión es impresionante, porque en abril el país de las barras y las estrellas había destruido más de 20 millones de empleos. La economía estadounidense se está recuperando mucho más deprisa de lo que se esperaba. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dicho esa tarde que espera una intensa recuperación de la actividad económica en lo que queda de año y pronostica un crecimiento histórico en el próximo ejercicio. La Bolsa de Nueva York sube esta tarde más de un 3 por ciento en su índice Dow Jones de valores industriales. El Nasdaq de empresas tecnológicas marca máximos históricos, por encima de 9.800 puntos.

Además, los inversores siguen cotizando los multimillonarios planes de estímulo económico que han puesto sobre la mesa tanto los grandes bancos centrales como los gobiernos de numerosos países. Lo último de lo último es el esfuerzo que ha realizado el Banco Central Europeo. Ha aumentado su programa de compra de bonos en 600.000 millones de euros, que deben sumarse a los 750.000 millones que ya había puesto encima de la mesa para reactivar la economía. Por tanto, cuenta con 1,35 billones de euros para reanimar la actividad económica. Extiende su programa de compra de bonos hasta junio de 2021 o hasta que finalice la pandemia.

La autoridad monetaria europea reinvertirá los vencimientos de los bonos que tiene en cartera, lo que garantiza la liquidez hasta finales de 2022. Eso sin olvidar los planes de estímulo fiscal de los diferentes países (Alemania ha presentado uno muy ambicioso por 130.000 millones) y sin olvidar los otros 750.000 millones que ha propuesto la Comisión Europea. Se pueden liberar más de dos billones de euros en los próximos meses para impulsar la economía europea.

A estas alturas por tanto el BCE, la Reserva Federal, Bruselas, el Congreso de EEUU, China y Japón han dejado claro que van a hacer todo lo necesario para que la recuperación sea lo más rápida posible. Y los mercados han tomado nota. Se ha disparado la cotización del euro. Supera el cambio de 1,13 dólares. La prima de riesgo de España se ha reducido en pocas horas más de un 15 por ciento, hasta 82 puntos. Estaba en cien no hace mucho. Ha mejorado de forma notable también la prima de riesgo de Italia. Se abarata por tanto sustancialmente el coste de financiación de ambos países. La guinda la ha puesto hoy el mercado petrolero. Han subido con fuerza los precios del oro negro ante la posibilidad de que la OPEP y Rusia prolonguen sus recortes de producción. El crudo tipo West Texas ha subido hoy un 5 por ciento, hasta 39 dólares, mientras el Brent del Mar del Norte se ha disparado casi un 6 por ciento hasta los 42 dólares por barril. El oro se ha depreciado un 2,5 por ciento. Se paga a menos de 1.700 dólares por onza.

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