Ayudas para la vuelta al cole: dime en qué comunidad autónoma vives y te diré la beca a la que tienes derecho
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), este año los españoles hacemos frente a "la vuelta al cole más cara de la historia"; el desembolso medio será de "unos 500 euros por niño"
Dos niños el primer día de colegio en Madrid (España)
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El verano se despide y septiembre aparece como una cuesta que se hace cada vez más empinada para miles de familias. La vuelta al cole nunca ha sido barata, pero este 2024 la OCU lanza una advertencia clara: estamos ante “la vuelta al cole más cara de la historia”. El gasto medio se dispara hasta los 501 euros por alumno, de los cuales 365 euros corresponden únicamente a los libros de texto. Una cifra que, para hogares con varios hijos, supone una auténtica losa económica.
Padres como Juan, con cuatro niños, reconocen que “conforme van creciendo es mucho más caro”. Vanesa ya ha empezado a ahorrar con una hucha durante todo el año y Fernando recuerda que “la lista es muy larga y los números no dan”. El dato de la OCU es demoledor: el 89 % de familias españolas están alarmadas por esta subida.
Un mapa desigual de ayudas
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La buena noticia es que no todas las familias parten de la misma base. Cada comunidad autónoma tiene sus propios programas para aliviar el bolsillo de los padres. Desde el Cheque Libro de Andalucía hasta el programa Releo Plus de Castilla y León, pasando por las deducciones fiscales en Galicia, donde incluso es posible ahorrar hasta 105 euros por hijo gracias a la deducción por material escolar.
El comparador financiero Banqmi señala que los valencianos serán quienes más gasten, con 474,06 euros de media, seguidos por catalanes y navarros. En el lado opuesto se encuentran las familias extremeñas, canarias y castellano manchegas, que no superarán los 400 euros. Eso sí, las diferencias en el acceso a becas y programas de gratuidad marcan un abismo que convierte la residencia en un factor clave para el ahorro.
Bolígrafos de diferentes colores en una papelería
En Andalucía, además del cheque para libros, existen ayudas de hasta 400 euros para alumnos con necesidades específicas y deducciones fiscales en enseñanza escolar y extraescolar. En Aragón, las familias podían solicitar hasta 230 euros según el nivel educativo, aunque el plazo ya está cerrado. Asturias mantiene un sistema de préstamo de libros y programas de inmersión lingüística. En Cataluña, los estudiantes recibirán un bono de 60 euros para material, mientras que en Extremadura se han destinado más de seis millones de euros entre libros y material escolar.
Familias al límite
El relato de los padres refleja que la carga económica del inicio de curso se siente como una segunda cuesta de enero, solo que adelantada al verano. “La cuesta de enero empieza en junio, julio”, señalan con resignación. La OCU insiste en que reutilizar mochilas, recurrir a programas de préstamo de libros o comprar con antelación son algunas estrategias que pueden reducir el gasto en un 20 %.
En paralelo, los gobiernos autonómicos y el central tratan de aliviar la presión con becas y ayudas. Desde los 3.000 euros por guardería en Madrid hasta los 2.700 euros por hijo en universidad, bachillerato o FP. El Ejecutivo también ha puesto en marcha un bono infantil de 200 euros mensuales para familias con hijos menores de 18 años, siempre que se cumpla con los requisitos.
Mientras tanto, la incertidumbre y la desigualdad siguen presentes. No es lo mismo preparar mochilas en Canarias, donde existen becas condicionadas a la renta, que en Cantabria, donde las ayudas se centran en transporte y comedor. Tampoco en Navarra, donde los libros son gratuitos, o en La Rioja, que ofrece un préstamo de manuales y una ayuda de 800 euros en Bachillerato privado.
Varias mochilas en una percha de un aula de 0 a 3 años
La vuelta al cole se convierte así en un espejo de las desigualdades territoriales y económicas del país. A la preocupación de las familias se suma la necesidad de comparar precios y revisar bien las ayudas disponibles. Porque cada céntimo cuenta cuando hablamos de educación.
Y aunque la nostalgia del verano aún está presente, la prioridad de septiembre está clara: organizar los gastos y buscar cada resquicio de ahorro para que el derecho a la educación no se vea limitado por el bolsillo de los padres. Un recordatorio de que, más allá de cuadernos y uniformes, lo que está en juego es la igualdad de oportunidades.