BCN FILM FEST
Yvan Attal: "Es terrible que cualquier imbécil haga justicia en las redes"
Irene Dalmases
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Irene Dalmases
En marzo del año pasado la escritora francesa Karine Tuil explicaba a Efe que su novela "Las cosas humanas" se estaba convirtiendo en una versión cinematográfica, dirigida por Yvan Attal. Este domingo, el director francés de origen israelí ha presentado en el BCN Film Fest "El acusado".
Protagonizada por su hijo Ben Attal -también en Barcelona- y su esposa Charlotte Gainsbourg, entre otros actores, la película narra lo que le sucede al joven Alexander, hijo de la poderosa familia Farel, cuando es acusado de haber violado a una muchacha, Mila, hija del novio de su madre, Claire, una ensayista comprometida con la causa feminista.
En una entrevista con Efe, Yvan Attal ha considerado este domingo que el filme muestra "que no hay una única verdad y que todo es según la mirada de cada uno".
"Si yo soy el padre del chico pensaré que mi hijo no es un violador, pero si soy el padre de la joven entonces lo que tendré es ganas de matar al acusado", ha argumentado.
El director ha avanzado que otra de las cuestiones que trata la película, en estreno en España, es que las redes sociales cada vez tienen más poder, más allá de que también aluda a las relaciones que se establecen entre hombres y mujeres, al deseo, la violación o el feminismo.
"Es terrible que cualquier imbécil pueda hacer justicia en cuatro segundos a través de las redes sociales", ha proclamado Yvan Attal.
A su juicio, y de ello da cuenta en la parte final de la cinta, que bebe de las grandes películas sobre juicios de mediados del siglo pasado, existe la sensación de que "el tribunal mediático ha sustituido al tribunal de justicia, con lo que hacer esta película era también rendir justicia a la Justicia y decir que hay asuntos que donde deben arreglarse es en los tribunales".
Para Yvan Attal, en una historia como la que se narra en la película se "necesitan treinta meses de instrucción, un trabajo de ardua investigación y, a pesar de eso, nos damos cuenta de lo difícil que es ser justos".
En la película se plantean una serie de preguntas al espectador sobre si Alexander es culpable o inocente, o sobre si Mila es una víctima o alguien que tiene sed de venganza, como asegura el joven acusado.
El cineasta ha rememorado que cuando se encontraban en pleno proceso de edición de las imágenes, fue "muy interesante ver cómo el personaje del chico decía lo mismo sobre los hechos que el personaje de la chica, aunque los dos los hubieran vivido de manera diferente".
Asegurando que ha sido un placer haber podido revisar muchas películas de juicios en blanco y negro antes de iniciar el rodaje, también ha valorado de forma positiva el haber dirigido en esta ocasión a Charlotte Gainsbourg y al hijo de ambos, Ben, quien a su lado ha sonreído.
"En un momento dado -ha asegurado- el equipo de una película se convierte en tu familia, independientemente de los actores con los que se trabaje. Lo que quiero decir con esto es que Ben o Charlotte se convirtieron en actores como el resto".
En todo caso, como "evidentemente tengo una relación particular con ellos quizá sea más difícil para ellos, porque los conozco muy bien y los veo interpretar y soy más exigente".
Ben Attal ha asentido, mientras ha opinado que hablar del personaje que interpreta en este largometraje es "complicado porque es alguien muy complejo".
Sin embargo, piensa que su personaje "no es un monstruo, sino un joven que vive en una relación de fuerzas y sería muy difícil resumirlo en unas pocas palabras".
Incluso en el set de rodaje, ha confesado, tampoco "estaba muy seguro de todo lo relacionado con él, pero es verdad que quería darle un aire de ternura".
Director y actor, padre e hijo, estuvieron acompañados en la película por, entre otros, Suzanne Jouannet, Mathieu Kassovitz, Pierre Arditi, Benjamin Lavernhe, Audrey Dana y Judith Chemla.