Brillo por tu ausencia: Manual para salvarse a (des) tiempo de amores de mierda
El nuevo y esperado libro sobre el amor propio de Lae Sánchez, una de las poetas más leídas del momento

ctv-dmy-fotojet1
Madrid - Publicado el - Actualizado
11 min lectura
Este libro no es realmente un libro: más bien, es un manual para salvarse a (des)tiempo de amores de mierda Página a pagina, verso a verso, Lae Sanchez demuestra que más vale tarde que nunca, que el amor de verdad si existe, pero que no es tal y como nos lo cuentan en las peliculas.
Amar es entender nuestro pasado y hablar con nuestros fantasmas para dar forma a un camino en el que habrá flores, pero también muchos piedras a los que poner nombre y apellido, y hay un tipo de amor que debemos mimor siempre para que el resto del engranaje funcione el amor propio. Lo más importante es aprender a sacamos brillo para no dejar de brillar nunca. Mejor dicho, para brillar por nosotros, para brillar por todo, incluso por su ausencia.
Un libro empoderador
Abre este libro, cierra la culpa. Con esta invitación formal, arranca el nuevo viaje literario que nos propone Lae Sánchez. La autora llega para dar un golpe en la mesa y reivindicar, defender; proclamar el amor propio bajo un contundente Brillo por tu ausencia y continuar asi la estela de emociones que la ha llevado a presentar sus anteriores libros a nivel nacional e internacional y ante una gran comunidad digital que la respalda en redes sociales.
En este nuevo trabajo, Lae Sánchez se reafirma en la idea de que el amor de verdad si que existe, pero que no es tal y como nos lo cuentan en las películas. Que puede llamarse de mil maneras y tener miles de formas mientras se respire respeto. Porque amar es entender nuestro pasado y hablar con nuestros fantasmas para dar forma a un camino en el que habrá flores, pero también es cargar con muchas piedras a las que poner nombre y apellido,
El amor de verdad a veces será espejo y otras veces será espejismo porque se trata de un proceso, y, como en todos los procesos, se permiten ciertos cambios. Pero hay una pieza que hay que mimar siempre para que el resto del engranaje funcione: el amor propio. No podemos esperar de alguien que nunca terminaremos de conocer del todo que sujete nuestra mochila; primero, no sería justo; segundo, no seria sano; tercero, no seria fácil
Asi que, a través de estas páginas, la autora propone diez mandamientos, a los que no incita a rezar, en los que no hace falta que creamos, pero que de vez en cuando no viene mal repasar codo uno de ellos por si necesitaras devolverte algo, serte leal, volver a empezar(te) de nuevo. Coerte en gracia. Ser de repente tú.
Primer mandamiento: sé paciente
Habrá días en los que el amor te esperará con flores en la puerta y otros en los que querrás solir corriendo porque es tremendamente humano necesitar pedir refuerzos de vez en cuando. Hobrá dias en los que el espejo te diga cosas que no te gustan, pero trata de ver la construcción del argumento y no la ruina. Decia Borges que la derrota tiene una dignidad que la victoria no conoce.
Segundo mandamiento: vive en los detalles
Cuidate mucho. Mima cada cosa que te guste y hazlo en repetidas ocasiones. Ten a mano una lista de cosas que te quedan por hacer, prepárate un desayuno rico los días que sepas que vas a necesitar mucha energía. Lee lo que más te guste. Llévate a los sitios que crees que te dejarán boquiabierta. Déjate llevar por lo que sientes, confía en ti. Sé feliz y aprende a no contárselo a nadie. Nunca te olvides de la importancia de los detalles. Haz una lista de diez cosas que te ilusionen de más y procura que siempre haya lineas que te sigan sacando una sonrisa cuando las leas.
Cuarto mandamiento: celebra la vida No te olvidarás de que mañana puede ser la última vez
Que te inviten a este baile. Te lo llevarás todo a un extremo de vez en cuando, pero sacarás de ese túnel el mejor de los aprendizajes; la vida se celebra, el penalti decisivo se tira y puede que nos marquen en propia, pero serán las consecuencias de haber dejado la portería vacía por querer ganar el partido.
Quinto mandamiento: pide perdón, incluso a ti. Las veces que haga falta
Que esto no suponga un problema. Que no te lastre y que sea la via de salvación para que tu conciencia duerma a pierna suelta. No le debes nada a nadie, pero perdonar a veces supone deshacer un nudo propio que no nos deja salir de puertoY el mar es infinito y nuestras ganas de seguir navegando en busca del sol siempre quedarán intactasPerdonar te hará más libre. Hay que agarrar la decepción y con total sinceridad condenarnos a entenderla.
Sexto mandamiento: cede el paso. Y a veces el peso. Todo ayuda
El amor también se da de sí y cede, así que cuando empiece a llover habrá veces que mandarás a la mierda el problema y cederás para que pasen cosas grandes. Las mejores relaciones se construyen dándose la mano cuando menos ganas tienes de tenderla. Eso significa poner por delante al amor a sabiendas de que te va a leer la cartilla.
Séptimo mandamiento: recuerda que la familia y los amigos son lo más importante
Estarás siempre rodeado de personas que siempre tendrán un consejo, un vino, una buena palabra en la boca para ti aunque sea solo para recordarte que estar juntos en los grandes momentos es tan necesario como bailar en los malos.
Octavo mandamiento: hazte las preguntas que te hacen feliz. Háztelas siempre de diferentes maneras
Volverás siempre a los lugares en los que te han hecho feliz y serán nuevos comienzos. Permitete la duda y el tiempo que necesites para encontrar las respuestas. Todo va a agitarse de vez en cuando, repite este proceso las veces que necesites.
Noveno mandamiento: valora el tiempo
Ojalá que siempre haya tiempo, y que entiendas que mientras exista esta medida siempre estarás a tiempo de volver atrás, de huir, de cagarla, de mandar ese mensaje, de volver a la casilla de salida. Fallar es empezar a construir un puente.
Y diez. Mandamiento diez. Confía en ti
Ponte por delante. Y cuando alguien quiera apagar tu luz, lo siento; dedo corazón. Y de nuevo; ponte por delante. Una cosa más: asegúrate de que cualquier persona de este mundo pueda llegar a dudar de ti, pero que ninguna de esas personas seas tú.
CARTA A LA PERSONA QUE YA NO ERES
Sopla. Ya no estás. Y con lo que fuiste se fueron muchas cosas: la inocencia de quien todavía cree que a un ladrón que levanta las manos cuando se lo gritas a la primera se le puede detener como si nada. Que no, ya no estás. Se fue la intención, la prueba, el error, la segunda esperanzadora oportunidad que tanto esperabas. Se fue la verdad después de hacerte un corte de mangas y te dijo que volvería el mes que vieneSe fue tu parte más frágil para devolverte los trozos más pequeños en los que te han partido. Se fue el tren, la primavera en un suspiro, el aire a través de una ventana que esperaba ventilar y provocó frio. Se fue septiembre. Te ha robado muchas cosas ya, pero todo lo que falta has logrado reponerlo con nuevas ilusiones y meses de verano. Se fueron con ese tú que ya no eres-, muchas mentiras y largas sombras. Y larga vida a tanta muerte. Se fue la persona que corría a refugiarse de la tormenta y se quedó esa que disfrutaba empapándose la cara, confiando en que el sol le permitiria ver el arcoiris tarde o temprano. Se fue la pesadilla y volvieron los sueñosY larga vida a tanta muerte. Se fue también un ratito la sonrisa, pero prometió volver prontoSe fue a comprar tabaco la inspiración, pero siempre terminas queriendo crear cosas nuevas que te recuerden que el principio lo marcan las ganas de decir eres un puto final de infarto que no terminó conmigo, y te jodes-
LA VIDA ESTÁ LLENA DE COSAS EN LAS QUE CREO
Creo en volver; en volver al sitio donde te rompieron los esquemas, el corazón y las alas. Creo en marcharse; porque no queda otra, porque no queda amor, porque no quedan ganas. Creo en las segundas oportunidades; en las que nos damos a nosotros mismos y en las que se dan dos mentes capaces de superar desde el perdón fallos importantes, sabiendo que los reproches acabarán con todo, y que se juran no estar. Y se prometen, y se la juegan, y quieren respetar el perdón y colocarlo siempre antes que el fallo. Sublime teoría para subrayar al amor. Creo en las primeras veces; que son relámpago, que invaden todo, que sacan lo mejor de cada uno, que encienden la luz, que empapan cada esquina de alegría. Creo en buscar el lado bueno de las cosas; dar por hecho la existencia de esa parte que te ayuda a seguir entendiendo que hay flores que crecen en medio de la nada cuando nadie espera que el paisaje sea bello, y a eso se le llama milagro. Creo en los hechos, en las posibilidades multiplicadas que se hallan en los últimos segundos antes de que algo pase.
TE ECHARON TIERRA ENCIMA... Y AHORA TE CRECIERON FLORES
(...) Que les jodan a todos los que fueron conscientes de que apagaban tu luz, pero no lo sintieronY ahora no solo
brillas, sino que deslumbras.
Lo siento por los que tienen alergia a ver un bonito paisaje, por los que no saben lo que es alegrarse por el de enfrente porque no les nace.
Sonríe, estás ahí, con colores de primavera bordeando el
invierno
sin miedo ya a nada
Sabiendo que, aunque mueras, volverás a crecer mil veces gritando que
trataron de callarte la herida y no pudieron apagar tu ruido.
QUERER QUERERTE
Te diré que tuve la suerte de querer quererme en el
último momento, y ahora gracias a eso he aprendido que no apurar tanto cuando se trata de
querer querernos es sumamente necesario e importante. Que nunca te dejes de querer. Que
no te dejes para luego. Que si se te vaya la vida en eso.
LA VIDA ESTÁ PARA JUGÁRSELA, PERO NO POR CUALQUIERA
Era revolucionaria, atrevida, con cien ideas que podrían poner al mundo patas arriba, de domingos caóticos, una montaña rusa con tres caídas muy libres. Ella era dramática y drástica, rebelde ante la ley que aprieto, sutil a la hora de mandar a la mierda a más de uno. Ella era la típica que conocía una horrorosa cara A y necesitaba coger carrerilla para estamparse contra la realidad de la cara B. La que desescribía lo impuesto, la que visualizaba el futuro y quería comérselo desde el minuto uno. Ella era la que se rompió y pensó -joder, qué destrozo tan bonito y se pegó noche a noche con un pegamento hecho a base de dolor y lágrimas. Ella era la que apostaba por ella y no ponía la mano en el fuego por nadie, porque sabía lo que era el calor de una hoguera. Ella era recurrente,loca, picara. La que a veces se cuestionaba a sí misma. La que se hacía mil preguntas. La que se la jugaba por un sueño, pero no por cualquiera. La que se afanaba por encontrar mil respuestas, la que tiró ese penalti. Ella era así, pero lo importante es que era siempre a pesar de todo(s)- muy real, muy así.
EN PRO
Hay una forma de vivir muy típica que consiste en vivir en la vida de otro y se llama ser infeliz.
Hay una forma de vivir utópica que consiste en vivir tu propia vida al máximo y se llama ser feliz, a pesar de los que viven de forma tipica
Amen, vivan y brinden en pro de conseguir lo segundo
TENER SED
No nos enseñan la frustración. No nos enseñan a gestionar que el chico que nos gusta nos va a decir que no, nos va a engañar y no va a cumplir nuestras expectativas. Que ese amigo puede que nos falle. No nos enseñan a entender la derrota después de entrenar duro, no enseñan lo importante que nos es autogestionarnos y darnos continuas oportunidades cuando no todo sale como debería. Nos enseñan la victoria como motor, como forma de vida, como único motivo de celebración y no. Nos enseñan a juzgar el resultado y no el método. No nos enseñan que la vida a veces es tan caprichosa como ridículamente suya y nos deja fuera de juego cuando toca. No nos enseñan a perder a un amigo, a perder la confianza, a saber que la decepción es un peldaño que produce agujetas en el corazón, pero que también nos pone en forma. No nos enseñan a subrayarnos más que nunca cuando el resto quiere tacharnos para siempre. Y no nos enseñan a ver el vaso medio lleno cuando parece que nada encaja. No nos enseñan a sacudirnos la negatividad cuando estás hecha polvo. Te diré algo: tienes que ser estúpidamente feliz y, si a veces solo te sientes estúpida, pensar que la mitad del camino ya está hecho y seguir. Queda el resto. Siempre cabeza alta y las ganas apuntando al cielo. Allí arriba -seguramente haya alguien que quiera cuidarnos. Recuerda: hay que salir a jugar con hambre y tener el vaso siempre medio lleno por si la vida nos da sed.