Científicos logran que el estómago produzca la insulina que el páncreas ya no fabrica
Un revolucionario avance científico consigue reprogramar células gástricas para tratar la diabetes tipo 1 y abre la puerta a una futura terapia personalizada
Madrid - Publicado el
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Un equipo internacional de científicos ha dado un paso que podría cambiar para siempre el tratamiento de la diabetes. Han conseguido que células del estómago humano aprendan a fabricar y liberar insulina, la hormona esencial para regular el azúcar en sangre. El hallazgo, publicado en la prestigiosa revista *Stem Cell Reports*, representa una nueva esperanza para las personas con diabetes tipo 1, una enfermedad en la que el páncreas pierde su capacidad de producir esta hormona vital.
Este enfoque se basa en la reprogramación celular y podría convertirse en el futuro en una terapia personalizada. La diabetes tipo 1 se origina cuando el sistema inmunitario destruye por error las células beta del páncreas. Esto obliga a los pacientes a una vida de dependencia de inyecciones de insulina y mediciones constantes de glucosa, un proceso agotador que en España afecta a casi 5 millones de personas, según las estimaciones.
Un estómago que funciona como un páncreas
Para lograr esta proeza, los investigadores de Weill Cornell Medicine (EE. UU.) y la Universidad de Pekín (China) cultivaron organoides gástricos, que son réplicas en miniatura del estómago humano creadas en laboratorio. En estas estructuras introdujeron un “interruptor genético” diseñado para transformar la identidad de las células. Posteriormente, trasplantaron estos organoides en ratones para observar su comportamiento en un organismo vivo.
Los resultados fueron sorprendentes. Los organoides trasplantados no solo sobrevivieron, sino que maduraron y se integraron con el tejido circundante. Al activar el interruptor genético, las células estomacales comenzaron a actuar como si fueran células pancreáticas, produciendo y liberando insulina humana en respuesta a los niveles de glucosa. En los ratones con diabetes, este tratamiento logró normalizar el azúcar en sangre y mitigar los síntomas de la enfermedad.
El futuro: una terapia sin rechazo
Una de las grandes ventajas de esta técnica es su potencial para evitar el rechazo inmunitario, uno de los mayores obstáculos en los trasplantes de células u órganos. Al utilizar células del propio paciente, el cuerpo las reconocería como suyas, eliminando la necesidad de fármacos inmunosupresores y sus efectos secundarios. Este enfoque abre la puerta a una terapia celular personalizada, más segura y eficaz a largo plazo.
Una enfermedad en aumento en España
La relevancia de este avance es aún mayor si se considera el aumento de la diabetes en España. En los últimos 30 años, el número de menores de edad con diabetes se ha duplicado. Las cifras actuales son preocupantes: cada año se diagnostican unos 1.500 nuevos casos en menores de 15 años, lo que evidencia la necesidad urgente de encontrar tratamientos más efectivos y menos invasivos.
Según un estudio publicado en [*Pediatric Diabetes*], la incidencia en la población infantil y juvenil ha pasado de 1,1 casos por cada 10.000 habitantes (entre 1994 y 2003) a 2,3 casos en la actualidad. Aunque este nuevo tratamiento todavía se encuentra en una fase experimental y está lejos de su aplicación en humanos, supone un horizonte de esperanza para millones de personas que sueñan con un futuro libre de inyecciones y sensores.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.