En los últimos meses, la tensión ha ido creciendo en las cárceles españolas debido al incremento de las agresiones a los trabajadores de las mismas. Los datos son terroríficos, pero hay una comunidad autónoma que lo está sufriendo especialmente: Cataluña.

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En Cataluña se registraron un total de 577 agresiones a funcionarios.. tan solo durante el 2023. En este caso, el detonante del enfado de los trabajadores penitenciarios ha sido el asesinato a una cocinera en la prisión de Mas d'Enric, en Tarragona. Se llamaba Nuria López, y murió apuñalada por un preso que cumplía condena por un asesinato previo.

Los trabajadores penitenciarios catalanes llevan días protestando frente a la Consejería de Justicia. "El asesinato de Nuria es la punta del iceberg. No son todos los reclusos, pero es una parte a la que no se le pone freno", ha señalado a La Linterna Francesc López, coordinador del sindicato de funcionarios de prisiones ACAIP en Cataluña, Denuncia el buenismo de la Generalitat, ya que existen competencias transferidas a la Generalitat.

El problema de las agresiones en las cárceles: "Está anticuado"

Sobre este asunto tan grave ha hablado en La Linterna, con Ángel Expósito, Joaquín Leyva, que es trabajador penitenciario en la prisión de Valdemoro y portavoz del sindicato ACAIP. En concreto, ha explicado a Expósito el gran problema por el cual las agresiones en las cárceles españolas van en aumento: el sistema utilizado es viejo y hace falta una reforma urgente. Sobre todo, por los cambios socioculturales que se han producido en España en los últimos años.

"Hay múltiples factores, como una clasificación interior de los internos adecuada, y también una política demasiado generalista, que no tiene en cuenta la particularidad del preso. La población es muy heterogénea, con diversidad sexual, étnica, religiosa... todo ha cambiado mucho. Sin embargo, mantenemos los mismos ratios que hace 25 años. Ahora hay un educador por cada 100 presos. Con estas diferencias, el tratamiento no puede ser individualizado", señala Joaquín en la Linterna.

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La reclamación del personal de las cárceles: "Esto es lo que necesitamos"

Otro de los grandes problemas es la falta de personal. Tanto de trabajadores penitenciarios como de personal de seguridad. "El trabajador penitenciario es multifuncional, el personal de vigilancia se puede encontrar a un interno fallecido, a lo largo de la mañana tener que gestionar un permiso de un interno que está en el hospital, disolver una pelea en el patio... es un trabajo complejo y que requiere una tensión continua, muchas veces estás solo. Tu función es que todo vaya bien, que se realicen los programas... todo esto genera una tensión adicional y que siempre, cuando lo haces en soledad, te sientes inseguro al realizarlo", explica el trabajador penitenciario.

Y no sólo eso, sino que es muy difícil determinar cuándo un preso es violento y cuando no, porque tal y como explica Joaquín, hay presos por motivos graves, como asesinatos, que tienen luego un comportamiento ejemplar en la cárcel. Mientras que otros que están por crímenes menos lesivos, como robos al banco, pueden ser luego los más violentos.

Por ello, hay una reclamación que pide el personal de las cárceles: "Necesitamos medios jurídicos, que seamos considerados agentes de la autoridad, algo que los gobiernos quieren hacer pero luego no lo hacen. Sería muy necesario tener cobertura jurídica, formación y medios para poder hacer nuestras funciones. Queremos devolver a la sociedad a aquellos que hayan sido apartados".