El 3 de junio de 2017, Ignacio había pasado el día haciendo 'skate' con sus amigos en Londres. Querían aprovechar el buen tiempo de esa tarde de primavera. El grupo decidió salir a cenar y se dirigieron hacia el Puente de Londres. Lo que siguió después, seguro que lo recuerdas: el brutal ataque terrorista que acabó con la vida de ocho personas, entre ellas la de Ignacio Echeverría, que recibió dos cuchilladas por las espalda. A partir de ese momento se le empezó a conocer como 'El héroe del monopatín'.

"Es una persona que da la cara, que cuando no está de acuerdo con algo, le cuesta mucho no manifestarlo”, asegura Joaquín Echeverría, el padre de Ignacio, del que nos ha contado que su profundo sentido de la justicia le hizo enfrentarse al terror para salvar la vida de otras personas.

Lo hacía en la Universidad CEU San Pablo, durante la presentación la primera autobiografía autorizada por la familia de Ignacio Echeverría.Para ser santo, uno no tiene por qué tener una vida perfecta, sino una vida buena. La de Ignacio era buena y sencilla y ya ha comenzado el proceso para convertirlo en santo, está abierta su causa de beatificación.

Ahora,Julia Moreno y Javier Segura, han escrito a cuatro manos este libro que nos enseña el ejemplo de vida de este héroe del monopatín y nos lohan contado en 'La Linterna de la Iglesia'. "Un libro permite conocer a fondo a la persona. Conocemos el último momento pero es importante conocer a la persona en toda sus dimensiones", ha asegurado Javier justificando la necesidad de este libro. Meses de trabajo que le han servido a Julia para soprenderse "de la sencillez tan grande que tenía Ignacio.

"Llevaba a Dios en su día a día"

Esa sencillez de la que nos ha hablado Julia Moreno, coautora del libro, se aprecia también "en su relación con Dios". Como ha afirmado, "llevaba a Dios a los lugares donde estaba, en su día a día, pero de manera sencilla, sin ser un predicador". Su muerte, pero sobre todo su vida, según Javier Segura, dan "un mensaje potente a los jóvenes", porque "demuestra que todos podemos ser buenos. Ser bueno hasta dar la vida por otro."

Ese acto heroico de Ignacio para los autores de la obra "no fue algo insitntivo, fue premeditado". Y esto lo justifican relatando un acontecimiento ocurrido pocos meses antes: "había visto otro atentado en el que había fallecido un policía. En casa comentó que si él hubiera estaod ahí, el policía estaría vivo. Él sabía cómo quería actuar", ha asegura Javier.