"La empresa demandante dice que la razón es que el Barça nunca tuvo interés en que este proyecto se llevase a cabo. Entonces, bajo la apariencia de colaborar, en realidad lo que hizo fue obstruir y el problema consiste en que, probablemente, lo que esté detrás no sea solo la fachada de la Masía, que es un gran negocio publicitario. Pero si esto hubiera funcionado, y aquí es donde hay que imaginarse el lío, se hubiera planteado en el Camp Nou, o en su remodelación, o en la construcción de un nuevo campo", dijo Mario Conde, abogado de la empresa publicitaria MCM que solicita al Barça 100 millones de euros por romper un contrato.