Las expectativas depositadas ante la inusual convocatoria este viernes, día 12, y por segunda vez en la misma semana, del núcleo duro socialista por Pedro Sánchez se disiparon rápidamente: El tiempo que el presidente del Consejo de Política Federal, Guillermo Fernández Vara, y el portavoz en el Senado, Ander Gil, tardaron en enarbolar en rueda de prensa un “balance de incumplimiento de los acuerdos de la VI Conferencia de Presidentes”.

Sin embargo, Ferraz jugó con la sorpresa y la misma urgencia de la cita y logró su objetivo de aumentar la proyección de la actividad de sus siglas, en una semana en la que el propio secretario general ya acaparó los titulares con su idea de financiar las pensiones con dos nuevos impuestos a la banca. La reunión de este viernes pudo ser una suerte de ensayo, pero se apunta ya a cierta regularidad, además de las convocatorias habituales de los lunes. “¿Por qué vamos a renunciar a tener también los viernes nuestro espacio político?”, preguntan retóricamente los socialistas.  

El caso es que, según se acordó en la cumbre celebrada el 17 de enero de 2017, a lo largo del año se pondrían en marcha una serie de pactos: El nacional sobre la educación, el reto demográfico, el pacto contra la violencia de género, el bono social energético, las políticas de empleo o, desde luego, la financiación autonómica. Doce meses después, a ojos del PSOE, el grado de cumplimiento de aquellos compromisos resulta “claramente insuficiente”.

Fernández Vara ha reivindicado la Conferencia de Presidentes como instrumento para “salir de las dificultades de indefinición de país” en una Legislatura que, a su juicio, “huele a formol, el líquido con que se conservan los cadáveres, el que se les echa en vasos y arterias para embalsamarlos”. “Está muerta”, ha lamentado el extremeño, médico forense de profesión. Se trata, detalla el PSOE en su balance, de “una muestra de la falta de impulso de un Gobierno agotado, incapaz de hacer frente a los desafíos sociales, económicos y políticos de nuestro país”.

“Un Gobierno, concluyen los socialistas que, en lugar de buscar soluciones, busca excusas para justificar el incumplimiento de su propia palabra, mientras alienta irresponsables ejercicios de deslealtad con los gobiernos autonómicos en ámbitos que requieren de liderazgo político”.