La decisión de la junta directiva de Miguel Archanco de dimitir en bloque y hacerlo "en diferido" está llevando al club a una situación cada vez más grave. El ejecutivo, según ha anunciado Iñigo Alli, no va a permitir ahora que se incumpla la ley, por lo que abre dos alternativas: una asamblea extraordinaria para cambiar los estatutos o que no algún directivo siga hasta unas nuevas elecciones. Se trata de una nueva vuelta de tuerca ante una situación absolutamente caótica, con un descenso deportivo, una deuda a corto plazo abultada y un vacío institucional que no tiene, por ahora, solución a corto plazo. El futuro a corto y medio plazo es terrible, sin entrenador, sin plan deportivo y a poco más de un mes para que arranque la pretemporada.