El Govern ha cerrado un acuerdo para disponer de un convento que actualmente se encuentra vacío para que sea utilizado como centro de acogida de migrantes del Aquarius. Se trata de un convento ubicado en el camí de son Rapinya y que pertenece a la congregación de las Hermanas de la Caridad. Se trata de un edificio de 930 metros cuadrados distribuidos en tres plantas.
La consellera de asuntos sociales Fina Santiago ha detallado que el Govern confía en que en un plazo de dos semanas estará completamente equipado, porque ya dispone de suministro de agua y electricidad, y tiene cocina, con lo que sólo faltan una parte los muebles ya que el Govern ha recibido una donación de sillas, mesas y sofás en buen estado por parte de un hotel.
El Govern ha cerrado el acuerdo de alquiler por 7 años y lo cederá a la entidad especializada para su gestión que decida el Gobierno central, ya que que el ejecutivo autonómico no tiene competencias en esta materia. El acuerdo se ha alcanzado por 7 años en previsión de otras posibles situaciones de emergencia que se puedan dar.
Una comisión técnica se encargará del programa de acogida a refugiados para tratar la situación y coordinar otros posibles recursos que serían necesarios tras la fase inicial de acogimiento, que se suele prolongar unos 6 meses. En total, la fase de acompañamiento por parte del Estado puede ser de entre 12 y 24 meses, sumando la fase de acogida y la de integración posterior.
La consellera de asuntos sociales ha recordado que no es la primera vez que Baleares acoge refugiados porque el Govern habilitó para esta finalidad el albergue de la Playa de Palma, de 52 plazas, que ya es permanente. Desde que llegaron los primeros refugiados, en mayo de 2016, ha acogido en total a 208 personas.