Ramírez ha protagonizado el primer acto de los que llevará a cabo esta semana en Madrid, previos a la entrega el lunes 23 de abril, del Premio Cervantes, el más importante de las letras en español.

Sergio Ramírez (Masatepe, 1.942) ha hablado de literatura y de política latinoamericana y ha reflexionado sobre cómo la segunda influye en la primera permanentemente “la literatura está contaminada por la anormalidad política” aseguró en su encuentro en la Biblioteca Nacional con los periodistas. Siempre hemos encontrado referencias al “dictador”. Recuerda el nicaragüense que hasta Valle-Inclán se fue a México a buscar a su Tirano Banderas. Ahora “ha resucitado el caudillismo político, pero en el siglo XXI tiene otras expresiones: los caudillos del narcotráfico que son tan visibles como los viejos dictadores, con todos sus oropeles, la violencia, los fraudes electorales, la corrupción…todo esto va a dar a las aguasde la novela”. En especial “la legión de escritores centroamericanos y caribeños” para los que reclamó la luz del foco que ahora está sobre él, porque “trabajan por una literatura distinta en cuanto a forma y fondo, muy experimental” pero también regresan a la “anormalidad”. En los temas tocan “las migraciones forzosas, la frontera con Estados Unidos, la corrupción, las pandillas juveniles… y no es que la literatura tenga que escribirse sobre temas económicos y sociales: trata es sobre los seres humanos, y cuando se ven afectados por este tipo de fenómenos, sus vidas cambian y eso es lo que les hace sujetos de la novela”.

El flamante Premio Cervantes 2017 formó parte de la Junta de Reconstrucción Nacional de Nicaragua tras el triunfo de la revolución sandinista en julio de 1.979 y fue elegido vicepresidente del país en 1.984. Se retiró de la vida política activa hace más de 20 años pero asegura “mantengo mis ideales políticos intactos, basados en el humanismo”.

Sostiene que el proyecto de República Bolivariana está muerto y que el relevo político en la presidencia de Cuba no se traducirá en un cambio porque “de acuerdo con el sistema existente en Cuba todo sabemos que el gobierno cubano es un asunto subalterno de la estructura del partido que sigue intacta. Quien gobierna es el partido oficial y no el gobierno”.

Es el primer escritor centroamericano reconocido con el Premio Cervantes. El autor de “Margarita, está linda la mar” asegura ponerse nervioso cunado le consideran sucesor de su compatriota Rubén Darío, del que hablará en su discurso “de lo que yo le debo a Rubén Darío y a Cervantes, y cómo Darío a su vez le reconocía tanto a Cervantes. Y todo esto me llevará a fijar lo que siento que soy como escritor, lo que yo le debo a la lengua, y la felicidad que siento de escribir en una lengua de semejante tamaño”.

Ramírez confiesa que su afán permanente es “ver los andamios del Quijote, cómo está hecho este gran edificio. Es lo que sigo pretendiendo: armar y desarmar cada página de la obra de Cervantes para ver como está hecha, que es lo que haces con un libro para saber más de él”.