El director de Relaciones Institucionales del Barcelona, Guillermo Amor, dijo tras acordar con el Sevilla y la Real Federación Española de Fútbol que la final de la Copa del Rey sea el 21 de abril en el Wanda Metropolitano, que la fecha era "difícil de cambiar".

"Para nosotros todo bien, después de lo que hemos hablado se han barajado varias cosas, algunas difíciles e imposibles, creemos que la fecha era la que teníamos todos en mente, difícil de cambiar, es el 21 de abril, el Wanda y todo bien", explicó Amor, que se mostró "satisfecho por el acuerdo".

El Barcelona pretendía cambiar la fecha de la final pensando en que la ida de las semifinales de la Liga de Campeones está prevista para el miércoles siguiente, el 25, aunque eso no ha sido posible "por cuestión de calendarios".

"No era posible por cuestión de calendarios, muchísimos partidos muchas competiciones. Nosotros estamos metidos en todas las competiciones y ojalá sigamos hasta el final. Si juegas todos los días en esas fechas es buena señal", opinó.

Amor confirmó que el Barcelona no ha pedido que la final se dispute en el Santiago Bernabéu.

El representante azulgrana participó en un comparecencia para anunciar el lugar y fecha de la final en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas junto al presidente del Sevilla, Pepe Castro, y el presidente de la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas, Antonio Suárez, que coordina las finales de torneos organizados por la RFEF.