El PP ha hecho saber hoy que cree posible el pacto por el empleo que ha propuesto en los últimos días el PSOE. Es una buena noticia que los dos partidos de Gobierno acerquen posturas e impliquen a sindicatos y empresarios en ofrecer alternativas. Pero esta es una cuestión muy delicada con la que las dos formaciones deben ser muy serias. Los dos partidos sufren un importante desprestigio y no pueden convertir la cuestión en un  instrumento de política cortoplacista. Si el acuerdo no es serio, sino tiene resultados o si no se llega a cerrar por cicatería,  aumentará el gran escepticismo de gran parte de la opinión pública hacía nuestros políticos.El pacto es necesario, también, por razones económicas. Aunque la reforma laboral en líneas generales está bien encaminada no empezará a dar resultado hasta que no se recupere la actividad. Y quedan todavía muchas cosas por hacer. Para activar a los parados, para mejorar su  formación y su empleabilidad, para dar más calidad a la intermediación. La tarifa plana de cotización de 50 euros para los autónomos jóvenes,  anunciada por la ministra Bañez, es una buena idea. La lista de posibles medidas es larga. Lo fundamental es desideologizar el debate y empezar a hacer propuestas. A lo mejor la brutal emergencia laboral que sufrimos sirve para liquidar viejos esquemas obsoletos.