Toledo, jueves 30 de mayo de 2013. Un cuarto de plaza. Cuatro toros de "El Risco", y dos -cuarto y sexto- de Sánchez Herrero, de aceptable presencia, aunque alguno de ellos de pitones sospechosos, faltos de clase y venidos a menos. Víctor Puerto, oreja y ovación. Juan Bautista, ovación tras petición y oreja. Jesús Martínez "Morenito de Aranda", oreja tras aviso y vuelta al ruedo. Toledo celebró su día grande, el Corpus, con una plaza que presentó una muy pobre entrada, y cuyos asistentes sólo pudieron disfrutar del toreo a sorbos. Porque toreo hubo, aunque espaciado.Tanto los de "El Risco" como los de Sánchez Herrero fueron de más a menos, y adolecieron de calidad y regularidad en sus embestidas. Por momentos metían la cara abajo mientras que en otros rebañaban y buscaban el cuerpo del de luces. Ante ellos sus matadores desplegaron sus armas artísticas, en las que sobresalió un Morenito de Aranda arrebatado pero al que le faltaron oponentes.El inicio de faena a su primero hizo albergar esperanzas, ya que comenzó sin probaturas a conducir al de "El Risco" por abajo por el pitón derecho con enjundia. Sin embargo esa ilusión tan solo se prolongó durante dos tandas, que fueron las que aguantó el toro en ese nivel de exigencia.También lo intentó en el que cerró plaza, un toro que se movió pero que no se empleó por abajo, terminando la embestida siempre con la cara arriba. Aún así el burgalés se empeñó en componer la figura y dejar retazos de lo que es su tauromaquia, de riñones hundidos y evidente compostura estética. Su fallo a espadas le privó de cortar el trofeo que le hubiera abierto la puerta grande.También lo intentó Juan Bautista en su lote. En su primero hubo algún lance de recibo a pies juntos pero su oponente no tuvo fondo.No obstante su faena al quinto de la tarde tuvo mérito. El toro tuvo acometida aunque punteaba y se metía por dentro. El francés anduvo muy técnico, vaciando la embestida hacia dentro en una labor interesante.Lo mejor de la actuación de Víctor Puerto llegó en varios naturales de bella factura al cuarto de la tarde. Sin embargo en ninguna de sus faenas hubo continuidad por la falta de colaboración de su lote. Estuvo en profesional, pero sin poder deslumbrar.